06 AGOSTO TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR. Oración

Y se transfiguró delante de ellos; su rostro brillaba como el sol y su ropa se volvió tan blanca como la luz (Mt 17,2).
Jesús: ¡verte, hablar contigo! ¡Permanecer así, contemplarlo, hundido en la inmensidad de su belleza, sin interrumpir nunca esta contemplación! ¡Oh Jesús, tal vez te vi! ¡Tal vez te vi herido de amor por ti!
Y aquí hay una voz que dijo: Este es mi Hijo amado, en quien estoy muy complacido. Escúchenlo (Mt 17, 5).
Nuestro Señor, estamos aquí, dispuestos a escuchar lo que quieres decirnos. Cuéntanos acerca de eso; Prestamos atención a tu voz. Arregle su palabra, cayendo en nuestra alma, para inflamar nuestra voluntad y que se lance fervientemente a obedecerle.
Vultum tuum, Domine, requiram (Sal 26, 8), tu rostro, Señor, lo busco. Me llena de esperanza cerrar los ojos y pensar que llegará el momento, cuando Dios lo desee, cuando pueda verlo, no como en un espejo, de manera confusa ... sino cara a cara (1 Cor 13:12). Sí, mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo vendré a ver el rostro de Dios? (Salmo 41: 3).