5 cosas antes de decidir no ir a misa

5 cosas antes de decidir no ir a misa: Durante la pandemia de COVID-19, muchos católicos se vieron privados de participar en la misa. Esta privación ha durado meses, tiempo suficiente para que algunos católicos empiecen a pensar que la Misa ya no es fundamental para sus vidas.

Es importante recordar, sin embargo, a qué renuncias para decidir, después de una larga cuarentena, no volver a misa. Aquí hay 5 razones importantes para regresar a misa que los católicos deben recordar. Las cuatro razones principales para asistir a Misa: La Misa nos ofrece la oportunidad de adorar a Dios en un entorno apropiado y de la manera más apropiada; pedirle perdón, agradecerle las muchas bendiciones que nos ha concedido y pedirle la gracia de serle siempre fiel.

Cuando no quieres ir a misa: 5 cosas para recordar

La Eucaristía como alimento espiritual: La recepción de la Sagrada Eucaristía es la acogida de Cristo y ofrece una vida más abundante: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre; y el pan que daré por la vida del mundo es mi carne ”(Juan 6:51). No hay mejor alimento espiritual para los católicos que el que reciben en la Eucaristía. La Iglesia vive del don de la vida de Cristo.

5 cosas antes de decidir no ir a misa

Orando como comunidad: asistir a misa nos da la oportunidad de orar con otros. La oración comunitaria, a diferencia de la oración solitaria, está más en línea con la oración de la Iglesia en su conjunto y en conformidad con la Comunión de los Santos. Combinando la oración con el canto, como dice Agustín, "El que canta reza dos veces".

Invocando a los santos: durante la misa se invoca a los santos de la Iglesia. Los santos testifican que es posible una vida verdaderamente cristiana. Pedimos sus oraciones mientras tratamos de imitar su ejemplo. Santa María Madre de Dios, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Ávila, Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino, San Ignacio de Loyola y muchos otros nos brindan la certeza de que estar en su compañía es una gran bendición.

Honrando a los muertos: los que han muerto son recordados. No deben ser olvidados como miembros del Cuerpo Místico de Cristo. Puede que necesiten nuestras oraciones. La Iglesia incluye tanto a los vivos como a los muertos y es un recordatorio constante de que la vida de los muertos, como la nuestra, es eterna. La misa es una oración para todos y para siempre.

Recibe gracia para corregir tu vida: nos acercamos a la Misa con cierta humildad, conscientes de nuestros pecados e indiscreciones. Es hora de ser honestos con nosotros mismos y pedirle a Dios que nos ayude en los próximos días. La Misa, por tanto, se convierte en un trampolín para una vida mejor y más espiritual. Debemos salir de la Misa con un espíritu renovado, mejor preparados para enfrentar los desafíos del mundo.