5 formas de fortalecer tu relación con Dios todos los días

Es fácil sentirse cerca de Dios los domingos o cuando recibimos algo por lo que hemos orado. Pero las relaciones sólidas no se pueden curar solo de vez en cuando, o solo cuando "nos apetece". Entonces, ¿cómo podemos acercarnos a Dios y mantener esta relación en el medio?

Aquí hay cinco formas en que puede fortalecer su relación con Dios todos los días.

Oración
Nuestras relaciones humanas crecen y se desarrollan a través de la comunicación y nuestra relación con Dios es la misma. A través de la oración podemos expresar tanto nuestro agradecimiento como nuestras preocupaciones. Comenzar y terminar el día hablando con Dios es una excelente manera de fortalecer su fe y confiar en él.

culto
Ya sea en su automóvil de camino al trabajo o mientras limpia la casa, escuchar música de adoración puede ser una excelente manera de centrar su corazón en Dios. Ni siquiera tiene que cantar en voz alta para adorar. Deje que su corazón y su mente reflexionen sobre las palabras de adoración que se cantan y alabe a Dios.

Leyendo la biblia
Si alguien cercano a usted le escribiera una carta o un correo electrónico, ¿se tomaría el tiempo para leerlo? Dios nos dio la Biblia para que podamos aprender más sobre él. Algunos incluso describen la Biblia como "la carta de amor de Dios" para nosotros. Cuando nos tomamos el tiempo para leer su Palabra, descubrimos quién es Dios y quiénes somos nosotros.

reflexión
La vida es ruidosa y nunca parece detenerse. Incluso cuando nos tomamos el tiempo para leer la Biblia, escuchar música sagrada y orar, podemos perder fácilmente los caminos más tranquilos. Es posible que Dios quiera hablar con nosotros. Tomarse el tiempo para reducir la velocidad y reflexionar intencionalmente es de vital importancia para hacer crecer nuestra relación con Dios.

Servir a los demás
Es fácil transformar nuestra fe en "yo y Dios". Sin embargo, Dios nos manda amarlo a él y a los demás. Cuando servimos a los demás, actuamos como las manos y los pies de Dios para el mundo y nos volvemos más como él en el proceso. Mientras caminamos con Dios, su amor debe desbordarse de nosotros y entrar en la vida de quienes nos rodean.