6 pasos principales del arrepentimiento: obtener el perdón de Dios y sentirse espiritualmente renovado

El arrepentimiento es el segundo principio del evangelio de Jesucristo y es una de las formas en que podemos demostrar nuestra fe y devoción. Siga estas seis etapas de arrepentimiento y reciba el perdón de Dios.

Siente el dolor divino
El primer paso en el arrepentimiento es reconocer que has cometido un pecado contra el Padre Celestial. No solo debes experimentar un verdadero dolor divino por desobedecer Sus mandamientos, sino que también debes experimentar dolor por cualquier dolor que tus acciones puedan haber causado a otras personas.

El dolor divino es diferente del dolor mundano. La tristeza mundana es simplemente arrepentimiento, pero no hace que quieras arrepentirte. Cuando realmente experimentas dolor divino, eres plenamente consciente del pecado que has cometido contra Dios y, por lo tanto, trabajas activamente para arrepentirte.

Confesar a dios
Luego, no solo debes sentir dolor por tus pecados, también debes confesarlos y abandonarlos. Algunos pecados solo tienen que ser confesados ​​a Dios, esto se puede hacer a través de la oración, abierta y honestamente. Algunas denominaciones, como el catolicismo o La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, requieren la confesión de un sacerdote u obispo. Este requisito no pretende asustar, sino proteger contra la excomunión y proporcionar un entorno seguro en el que liberarse y recibir penitencia.

Pide perdón
Pedir perdón es clave para recibir el perdón de Dios. En este punto, debes pedir perdón a Dios, a quien sea que hayas ofendido de alguna manera, y a ti mismo.

Obviamente, pedir perdón al Padre Celestial debe hacerse a través de la oración. Pedir perdón a otros debe hacerse cara a cara. Si ha cometido el pecado de venganza, independientemente de lo leve que sea el original, también debe perdonar a los demás por lastimarlo. Esta es una forma de enseñar humildad, una piedra angular de la fe cristiana.

Hacer el regreso
Si ha hecho algo mal o ha hecho algo mal, debe intentar solucionarlo. Cometer un pecado puede causar daño físico, mental, emocional y espiritual que es difícil de corregir. Si no puede resolver los problemas causados ​​por sus acciones, pida sinceramente a quienes está equivocado que perdone e intente encontrar otra forma de mostrar su cambio de opinión.

Algunos de los pecados más graves, como el asesinato, no pueden corregirse. Es imposible restaurar lo que se pierde. Sin embargo, debemos hacer lo mejor que podamos, a pesar de los obstáculos.

Pecado abandonado
Recomienda que obedezcas los mandamientos de Dios y prométele que nunca repetirás el pecado. Prométete a ti mismo que nunca repetirás el pecado. Si se siente cómodo haciéndolo, y si es apropiado, haga una promesa a los demás, amigos, familiares, pastores, sacerdotes u obispos, de que nunca repetirá el pecado. Apoyar a otros puede ayudarlo a mantenerse fuerte y mantener su decisión.

Recibir perdon
Las escrituras nos dicen que si nos arrepentimos de nuestros pecados, Dios nos perdonará. Además, nos promete que no los recordará. A través de la expiación de Cristo podemos arrepentirnos y ser limpios de nuestros pecados. No retengas tu pecado y el dolor que sentiste. Déjalo ir perdonándose verdaderamente a ti mismo, tal como el Señor te ha perdonado.

Cada uno de nosotros puede ser perdonado y sentir el glorioso sentimiento de paz que proviene del arrepentimiento sincero. Permita que el perdón de Dios lo atraviese y cuando se sienta en paz consigo mismo, puede saber que está perdonado.