Después de la comunión, ¿cuánto tiempo permanece Jesús dentro de nosotros?

Al participar en misa y en particular en el momento de la Eucaristía, ¿alguna vez te has preguntado por cuánto tiempo Jesús ¿Permanece dentro de nosotros después de la Comunión? Hoy lo descubriremos juntos.

crucifijo

La Misa es un momento en el que recibimos el don deeucaristía. Después de asistir a Misa y retomar nuestras actividades diarias, debemos recordar que Cristo él entró en nosotros.

No prestamos mucha atención a cuánto tiempo permanece Jesús dentro de nosotros. A menudo participamos en Misa de manera rutinaria: entramos, hacemos lo señal de la cruz, nos sentamos entre otros creyentes, escuchamos la Palabra de Dios y luego regresamos a casa o a nuestra vida cotidiana.

Sin embargo, es importante reflexionar sobre lo que pasó en ese preciso momento. Cuando nos acercamos a la Sagrada Eucaristía para recibirlo de manos del sacerdote es Cristo quien entra en nosotros, en nuestro corazón, y viene a vivir en nosotros.

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Es el Cuerpo de Cristo que si se une a nuestro cuerpo. A veces, necesitamos que alguien nos recuerde detenernos y meditar sobre el misterio que tuvo lugar en ese momento. Después de recibir la Comunión volvemos a nuestro lugar, si es posible rezamos para dar gracias a Dios, pero casi nunca nos detenemos a pensar en lo que realmente pasó.

Jesús permanece con nosotros hasta que cometamos un pecado.

Una Fedele preguntó cuánto dura en nosotros la presencia de Cristo en la Eucaristía. Una pregunta sencilla, pero que requiere una respuesta adecuada.

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Un teólogo explica que Jesús eligió estar sacramentalmente presente en los signos de pan y vino durante la misa. su presencia va más allá del momento ritual real y es un vínculo de amor mutuo con cada uno de nosotros. Durante la Misa, Jesús y la iglesia se vuelven uno.

La Iglesia católica afirma que Jesucristo él permanece en nosotros con su gracia hasta que cometamos un pecado mortal. Este momento especial y particular se interrumpe sólo cuando el pecado mortal entra en nosotros, alejándonos así de su Gracia.