Evangelio del 6 de febrero de 2021 con el comentario del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
De la carta a los judíos.
Hebreos 13,15, 17.20-21-XNUMX

Hermanos, por medio de Jesús ofrecemos continuamente a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

No olviden la beneficencia y la comunión de bienes, porque al Señor le agradan estos sacrificios.

Obedece a tus líderes y sométete a ellos, porque ellos velan por ti y deben ser responsables, para que lo hagan con alegría y sin quejarse. Esto no le beneficiaría.

Que el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, en virtud de la sangre de un pacto eterno, nuestro Señor Jesús, os perfeccione en todo bien, para que hagáis su voluntad, obrando en a ti lo que le agrada por Jesucristo, a quien la gloria sea por los siglos de los siglos. Amén.

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Marcos
Mc 6,30-34

En ese momento, los apóstoles se reunieron alrededor de Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Y les dijo: "Venid, solos, a un lugar desierto, y descansad un rato". De hecho, eran muchos los que iban y venían y ni siquiera tenían tiempo para comer.

Luego fueron en el bote a un lugar desierto por sí mismos. Pero muchos los vieron partir y entendieron, y de todas las ciudades corrieron allí a pie y los precedieron.

Cuando salió de la barca, vio una gran multitud, sintió lástima por ellos, porque eran como ovejas que no tienen pastor, y comenzó a enseñarles muchas cosas.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
La mirada de Jesús no es una mirada neutra o, peor aún, fría y desapegada, porque Jesús siempre mira con los ojos del corazón. Y su corazón es tan tierno y lleno de compasión, que sabe cómo captar incluso las necesidades más ocultas de la gente. Además, su compasión no indica simplemente una reacción emocional ante una situación de malestar del pueblo, sino que es mucho más: es la actitud y la predisposición de Dios hacia el hombre y su historia. Jesús aparece como la realización de la preocupación de Dios por su pueblo. (Ángelus del 22 de julio de 2018)