El más evocador de Italia, suspendido entre el cielo y la tierra, es el Santuario de la Madonna della Corona.

Il Santuario de la Madonna della Corona es uno de esos lugares que parecen creados para despertar devoción. Situado en el límite entre Caprino Veronese y Ferrara di Monte Baldo, en la provincia de Verona, este Santuario está rodeado de un panorama impresionante y insertado en la roca milenaria de Monte Baldo.

santuario

La historia del culto y veneración de este lugar se remonta a hace siglos, cuando los devotos comenzaron a frecuentarlo y hacer resonar el suyo oraciones y súplicas. Es como si la Fe hubiera impregnado el Santuario a lo largo de los siglos. Antiguamente se podía llegar al Santuario solo a pie por un sendero arbolado y una escalera de Pasos 1.500. Pero a pesar del compromiso requerido, yo Peregrinos afrontaron el camino con devoción y oración, transformando esta experiencia en un auténtico ritual.

Hoy, gracias a uno camino pavimentado es más fácilmente accesible para todos y además ofrece una vista panorámica única. Este lugar no es sólo un santuario de oración, sino también un lugar de meditación y reflexión interior inmerso en la naturaleza.

madonna della corona

La historia del santuario de la Madonna della Corona

El Santuario de la Madonna della Corona tiene uno historia antigua que data del siglo XV, cuando fue construido como ermitaño. La primera iglesia fue construida en 1530 para celebrar la aparición de la estatua de Nuestra Señora de los Dolores, una efigie de piedra pintada que representa el Madonna sosteniendo al Cristo muerto en sus brazos. Según la leyenda, durante el asedio de Rodas por parte de los turcos esta efigie apareció milagrosamente en este lugar.

En 1625, gracias al interés de los Caballeros de Malta, la iglesia fue elevada a rango santuario y se construyó un nuevo edificio. A lo largo de los siglos, el Santuario se ha ido ampliando y enriqueciendo con una fachada gótica y estatuas de marmol, adquiriendo el aspecto que tiene hoy.

Una escalera, similar a la Escaleras santas de la basílica de San Giovanni in Laterano en Roma, evoca el viaje que hizo Jesús durante el Pasión. Subir esta escalera significa arrodillarse sobre cada uno de los veintiocho pasos, deteniéndonos y orando en cada etapa de la Pasión.

Además de la Piedad de Nuestra Señora de los Dolores, el Santuario cuenta con una colección de exvoto ofrecido por los fieles que han recibido gracias de nuestra señora a través de los siglos. Destaca también un belén de madera y la Tumba de los Ermitaños, que alberga los cuerpos de los antiguos habitantes de la ermita.