¿Qué hay detrás de nuestro sufrimiento? ¿La voluntad de Dios?

La sufrimiento y el dolor, especialmente cuando afecta a inocentes, constituye el gran dilema de la vida. Incluso la cruz misma es un instrumento de tortura, la horca en la que crucificaron a Jesucristo. m Pero ¿cuál es la causa del sufrimiento? Por un lado la fragilidad de la criatura humana, por otro el pecado, las injusticias y la violencia del mundo.

Jesús

Pero si todo proviene de Dios y gracias a Él todo sigue existiendo, ¿Dios quiere nuestro daño? ¡La respuesta es no! Dios no desea el mal, la enfermedad o la muerte, sino que les permite existir por respeto por nuestra libertad.

Sin embargo, Dios no nos abandonó al mal, sino que nos envió Su Hijo para salvarnos y dar sentido también al sufrimiento. Además de cualquier explicación lógica que podamos desarrollar, de hecho, el cristianismo representa el único antídoto verdadero contra el drama del sufrimiento. Creemos que Dios mismo, a través de Su Hijo, compartió nuestra humanidad y experimentó dolor, injusticia, persecución y muerte.

cruces

Dios transformó el dolor y el sufrimiento en amor

Como se cita en el Evangelio de Juan, Dios entregó a su amado hijo para darnos vida eterna. De esta manera, Jesucristo se unió a la pasión de cada ser humano, a todos los que sufren, están enfermos, torturados o marcados por la enfermedad. Cada vez que vemos un hermano o hermana quien sufre, podemos reconocer la presencia de Cristo y comprometernos a aliviar su dolor y sanar sus heridas.

Pero no es el sufrimiento de Cristo lo que nos redimió del mal, sino el su amor por nosotros, un amor que dio vida hasta la muerte en la cruz. La voluntad de Dios es amar hasta el final, aceptando también el cáliz de la pasión.

De esta manera, el pasión y muerte de cristo se convirtieron en signo del amor de Dios, y la cruz, de instrumento de tortura, se transformó en instrumento de salvación. Asimismo, nuestros sufrimientos y dolores inocentes también cobran sentido cuando se convierten en signo.'amore.