Más allá de la reja, la vida de las monjas de clausura hoy

La vida de monjas enclaustradas sigue despertando consternación y curiosidad en la mayoría de las personas, especialmente en un mundo acelerado y en constante evolución como el nuestro. Sin embargo, hay que decir que hoy la realidad de los conventos de clausura es muy distinta a la del pasado.

monjas

Las monjas de clausura, también llamadas monjas contemplativas o monjas de clausura, todavía desempeñan un papel importante dentro de la Iglesia católica en la actualidad. Vivir dentro de comunidades separado del mundo externo, se dedican a la oración e interceden por la salvación de todos. Sin embargo, su contribución al mundo ha cambiado con el tiempo, abriéndose también a'encontrar con aquellos que buscan ayuda y consuelo espiritual.

Su vida se basa en separación del mundo material para una unión más estrecha con Dios.Este estilo de vida se caracteriza por renuncia a los placeres y a las comodidades del mundo exterior, así como por los votos de pobreza y obediencia. Los monasterios en los que viven generalmente están cerrados, pero algunas monjas les dan la bienvenida. visitantes en el salón por razones espirituales o prácticas.

convento

Cómo viven su día las monjas de clausura

Su día está marcado por un equilibrio.o entre la oración y el trabajo. Comience temprano en la mañana, con una oración y meditación personal, seguida de masa común. Después del desayuno, cada monja se dedica a sus tareas específicas hasta la hora del almuerzo. A continuación, hay un momento de lectura espiritual seguido de un momento de recreación en el que se reúnen las monjas. El día termina con rezo del rosario y luego las monjas se preparan parame voy a dormir, entrando en el silencio de la noche.

Además de la oración, estas monjas realizan trabajo manual útil para la vida común y la producción de objetos que se venden fuera del monasterio. A pesar de su vida de clausura, son conscientes de lo que sucede en el mundo exterior a través de la leyendo periódicos y escuchando la radio.

El silencio juega un papel fundamental en la espiritualidad de las monjas de clausura. No es sólo una ausencia de ruido externo, sino un estado de tranquilidad interior lo que les permite entrar en contacto con la presencia divina. El silencio también fomenta la comunión entre ellos y crea un espacio de respeto mutuo y escuchando pensamientos y dioses sentimientos de cada.