En su mensaje, Nuestra Señora de Medjugorje nos invita a alegrarnos incluso en el sufrimiento (Video con oración)

La presencia de la Virgen en Medjugorje es un evento único en la historia de la humanidad. Desde hace más de treinta años, desde el 24 de junio de 1981, la Virgen está presente entre nosotros, trayendo mensajes de esperanza e invitaciones a la fe. En uno de sus mensajes, el que hoy os contaremos, aborda el tema del sufrimiento y nos invita a dar un salto cualitativo en nuestra fe para experimentar un gran don del Espíritu Santo.

Lupita

Nuestra Señora de Medjugorje nos invita a ofrecer nuestros sufrimientos a Dios

Nuestra Señora nos insta a ofrecer nuestras cruces y nuestros sufrimientos por sus intenciones. Como nuestra Madre, él desea Ayúdanos pidiendo gracia a Dios para nosotros, Él nos anima a ofrecer nuestros sufrimientos como regalo a Dios para que se conviertan en una hermosa flor de alegría. Esta invitación parece contraria a nuestra lógica, que siempre tiende a huir del dolor y del sufrimiento. Pero Nuestra Señora nos recuerda que el sufrimiento puede convertirse la alegría y la cruz puede convertirse en el camino de la alegría.

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Algunos tal vez se pregunten si es posible encontrar alegría en el sufrimiento. Dios logró revertir la lógica y los cristianos lo siguen con fe y confianza. En lugar de ser el Mesías triunfante que todos esperaban, el guerrero que liberaría a Israel con poder y prestigio hizo mucho más, ofreció su vida por el salvación de todos. Seguirlo significa imitar su ejemplo.

Seguramente nunca se nos pedirá que sacrifiquemos nuestra vida, pero cada día podemos ofrecer todos nuestros esfuerzos, frustraciones, decepciones y dolores por el proyecto de salvación de dios. Nuestra Señora nos invita a rezar para que podamos acoger con el corazón, no sólo con la mente, la alegría profunda que surge del amor de Dios.

En resumen, el mensaje de Nuestra Señora de Medjugorje nos desafía a cambiar nuestra perspectiva sobre el sufrimiento. Nos invita a ofrecer lo nuestro. sufrimientos como regalo a Dios para que se conviertan en alegría. Esto puede parecer una paradoja, pero la nuestra fe nos enseña que si crees en Dios todo es posible.