Nuestra Señora en Medjugorje pide ayunar a los devotos

Il ayuno es una práctica antigua que tiene profundas raíces en la fe cristiana. Los cristianos ayunan como forma de penitencia y devoción a Dios, demostrando su amor y respeto por el Creador. El ayuno y la abstinencia son herramientas utilizadas para pedir perdón por los pecados y suplicar la ayuda de Dios en momentos de dificultad.

Madonna

Nell'Viejo Testamento, fue considerado un acto salvador en caso de catástrofe y también Jesús Él mismo practicó el ayuno para prepararse para su tarea de redención.

La Iglesia Católica regula la ayuno y abstinencia, imponiendo días particulares del año en los que los fieles deben observarlos. El Miércoles de Ceniza y Viernes Santo son días de estricto ayuno, mientras que los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de carne.

El objetivo del ayuno va por encima simple privación de alimentos. El ayuno permite que el cuerpo purificarse, encontrar el equilibrio y promover la salud. Psicológicamente, nos ayuda a reconocer la importancia de las cosas y valorarlas más, además de hacernos entenderlas mejory dificultades de los demás y practicar la empatía.

Desde el punto de vista espiritual, esta práctica ayuda a la mente a centrarse mejor en la oración y dedicarse más intensamente a la espiritualidad. También es una manera de demostrar el amor a Dios y la dedicación a la fe.

Medjugorje

Nuestra Señora en Medjugorje pide ayunar a los devotos

A MedjugorjeNuestra Señora pide a sus devotos practicar el ayuno pan y agua dos veces por semana, los miércoles y viernes. Este ayuno tiene el objetivo de alejar guerras y purificar el cuerpo y el espíritu para acercarse a Dios. En Medjugorje esta práctica debe comenzar por la mañana y continuar hasta el día siguiente, durante las veinticuatro horas. 

La devoción a Nuestra Señora de Medjugorje no sólo se transmite la practica del rosario, adoración ante las estatuas que la representan, y que son también importantes y poderosas armas que la Virgen nos ha regalado. Recitar el Rosario Llevar siempre una pulsera con nosotros es sólo el punto de partida. Si queremos que nuestras oraciones sean contestadas, debemos abrazar la practica del ayuno de Medjugorje con compromiso y alegría.