Algunos consejos del Padre Pío para hoy 15 de noviembre

¡Oh, qué precioso es el tiempo! Bienaventurados los que saben aprovecharlo, porque todos, el día del juicio, tendrán que rendir cuentas al Juez supremo. ¡Oh, si todos llegaran a comprender la preciosidad del tiempo, ciertamente todos se esforzarían por gastarlo de manera encomiable!

5. "Comencemos hoy, hermanos, a hacer el bien, porque hasta ahora no hemos hecho nada". Estas palabras, que el padre seráfico San Francisco se aplicó en su humildad, hagámoslas nuestras al comienzo de este nuevo año. Realmente no hemos hecho nada hasta la fecha o, si nada más, muy poco; los años se han seguido en ascenso y escenario sin que nos preguntemos cómo los usamos; si no había nada que reparar, agregar, quitar en nuestra conducta. Vivimos inesperadamente como si un día el juez eterno no nos llamara y nos pidiera una cuenta de nuestro trabajo, cómo pasamos nuestro tiempo.
Sin embargo, cada minuto tendremos que dar una cuenta muy cercana, de cada movimiento de gracia, de cada inspiración sagrada, de cada ocasión que nos presentamos para hacer el bien. Se tomará en consideración la más leve transgresión de la santa ley de Dios.

6. Después de la Gloria, di: "San José, ruega por nosotros".

7. Estas dos virtudes siempre deben mantenerse firmes, la dulzura con el prójimo y la santa humildad con Dios.

8. La blasfemia es la forma más segura de ir al infierno.

9. ¡Santifica la fiesta!

10. Una vez que le mostré al Padre una hermosa rama de espino floreciente y le mostré al Padre las hermosas flores blancas, exclamé: "¡Qué hermosas son! ...". "Sí, dijo el Padre, pero los frutos son más hermosos que las flores". Y me hizo comprender que las obras son más hermosas que los santos deseos.

11. Comience el día con oración.

12. No te detengas en la búsqueda de la verdad, en la compra del Bien supremo. Sé dócil a los impulsos de la gracia y disfruta de sus inspiraciones y atracciones. No te sonrojes con Cristo y su doctrina.

13. Cuando el alma gime y teme ofender a Dios, no lo ofende y está lejos de pecar.

14. Ser tentado es una señal de que el alma es bien aceptada por el Señor.

15. Nunca te abandones a ti mismo. Pon toda la confianza en Dios solo.