Amarás a tu prójimo como a ti mismo ...

Amando a los demás aprenderemos más sobre nosotros mismos.
"Amaos unos a otros como yo os he amadoEn este pensamiento se encierra la esencia del verdadero cristianismo. Un concepto que puede parecer difícil de poner en práctica en el día a día. Ni siquiera el gran sacrificio que le costó la vida a Jesús nos hace reflexionar sobre la importancia del amor al prójimo. Pero debemos detenernos en algunas reflexiones haciéndonos algunas preguntas, quizás incluso triviales, a las que no podemos encontrar respuestas verdaderas y lógicas. Entonces, preguntémonos: ¿Por qué nos vestimos con ropa extranjera? ¿Por qué venimos a adorar a ídolos extranjeros? ¿Por qué nos gusta beber bebidas extranjeras? Y la lista podría continuar para siempre ...


Pero si luego nos encontramos en la calle con un vulgar extranjero que insiste en limpiar el limpiaparabrisas, la adoración y la elección del extranjero ya no recae sobre él. Jesús nos enseñó de muchas maneras el amor, el verdadero, amor sin falsedad, ese amor desinteresado hacia el prójimo, en fin, el amor auténtico, intocable. A menudo nos ha sucedido presenciar todo tipo de bajezas del género humano, así como los actos de gran fe de las pocas personas que, con gran dignidad, recogen su cruz, como lo hizo Jesús. Lo que trastorna es la indiferencia de los la gente hacia el siguiente. Solo cuando lleguemos a comprender que al decidir poner nuestra vida en las manos del Señor podremos salvar a nuestro prójimo y a nosotros mismos. El Señor nos pide que confiemos el destino de nuestro camino en su dirección para que nuestra alma y conciencia estén limpias.