Vayamos al descubrimiento del significado y la importancia de la música sacra

El arte musical es una forma de despertar la esperanza en el alma humana, tan marcada y, a veces, herida por la condición terrena. Existe un vínculo misterioso y profundo entre la música y la esperanza, entre el canto y la vida eterna.
La tradición cristiana representa a los espíritus bienaventurados en el acto de cantar a coro, embelesados ​​y fascinados por la belleza de Dios. El verdadero arte, como la oración, nos remite a la realidad cotidiana para hacerla florecer para que dé frutos de bien y de paz. Artistas y compositores le han dado a la música una gran expresividad y solemnidad. La necesidad de transparencia siempre se ha sentido, en cualquier época, y es por eso que la música sacra es una de las formas más altas de expresión humana. Ningún otro arte es capaz de crear una relación emocional entre el hombre y Dios. El arte musical sacro ha sido objeto de cuidado y atención a lo largo de los siglos. Se reconoce que la música tiene la capacidad de relacionarse y comunicarse con personas de diferentes idiomas, culturas y religiones. Por eso, incluso hoy, sigue siendo imprescindible redescubrir este precioso tesoro que nos ha sido dejado como regalo.


La distinción entre música sacra y música religiosa es mucho más significativa de lo que parece. La música sacra es la música que acompaña las celebraciones litúrgicas de la Iglesia. La música religiosa, en cambio, es un tipo de composición que se inspira en textos sagrados y tiene como objetivo entretener y despertar emociones. La tradición musical de la Iglesia constituye un patrimonio de inestimable valor, el canto sagrado, junto con las palabras, es parte integrante de la liturgia solemne. El canto sagrado ha sido alabado tanto por las Sagradas Escrituras, tanto por los Padres como por los Romanos Pontífices que enfatizaron el papel ministerial de la música sacra en el culto divino.
Hoy nos preocupamos de entretener, no de elevar el espíritu, quizás ya ni siquiera nos preocupemos de rendir el debido culto a Dios, que es uno de los principales propósitos por los que se celebra el Santo Sacrificio de la Misa.
La música para muchos es sagrada por su propia naturaleza y lo es aún más cuando se trata de explorar los misterios divinos. Un motivo más para redescubrir su riqueza y cuidar sus mejores expresiones.