Ángel de la guarda: ¿por qué se nos da?

¿Cómo actúan los ángeles entre los humanos? En el Nuevo Testamento se los describe principalmente como mensajeros de la voluntad de Dios, el plan de salvación de Dios para la humanidad. Además de proclamar la voluntad de Dios, los ángeles se acercan a las personas para explicarles algo, ayudarles y descubrir lo incomprensible. Los ángeles anunciaron la resurrección de Cristo a las mujeres. Los ángeles recordaron a los discípulos en el Monte de la Ascensión que Jesús regresaría a este mundo. Son enviados por Dios para cuidar y guiar a una gran multitud de personas. Se puede decir que naciones enteras y comunidades de personas tienen su propio ángel de la guarda.

¿Todas las personas tienen un ángel de la guarda? Jesucristo dice claramente que cada uno de nosotros tiene un ángel de la guarda. "Sus ángeles miran siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos". Está claro en la Biblia que todo hombre desde el principio hasta el final de su vida tiene su ángel de la guarda. Ayudar al hombre a no perecer sino a obtener la vida eterna salvada en el cielo.

¿Todas las personas tienen un ángel de la guarda? La tradición y la experiencia de la Iglesia confirman que no hay personas a las que Dios no les daría un tutor. Si todos van a ser salvos pero no pueden ser salvos sin la ayuda de Dios, entonces todos necesitan el. La gracia de Dios se manifiesta de manera particular al servicio del guardián invisible constante, que nunca nos abandona, salva, protege y enseña.

¿Cómo reconocer la acción del ángel de la guarda? Aunque invisible por naturaleza, pero visible por los resultados de la acción. Ejemplos de cómo el ángel de la guarda llamó en oración ayudó a superar una situación desesperada. Para sobrevivir a un encuentro que parecía imposible, para alcanzar una meta que parecía irreal.
Un ángel puede tomar la forma de un extraño, puede hablar a través de un sueño. A veces, un ángel habla a través de un pensamiento sabio que nos impulsa, o mediante una fuerte inspiración a hacer algo bueno y noble. Cuando comienza a hablar, no siempre nos damos cuenta de que es el espíritu de Dios, pero lo sabemos por los resultados.