Carta a Nuestra Señora para el mes de mayo

Carta a la Virgen. Querida madre María, ha comenzado el mes de mayo, el mes dedicado a ti donde muchos fieles rezan y te bendicen. También en este mes, como en los muchos meses de mayo en el pasado, estoy aquí para decirte bien y orarte.

Querida mamá, este mes no quiero pedirte gracias. Querida mamá, en este mes de mayo solo quiero darte las gracias. Sé que siempre estás cerca de mí y para ello no tengo que preguntarte nada pero eres tú quien me dice lo que necesito.

Cuando el terremoto se avecina y la tierra tiembla, estás cerca de mí para apoyarme. Los mares se desbordan e inundan todo me pones en tu regazo y me defiendes y me proteges. Cuando el enemigo está al acecho y quiere atacarme, estás detrás de mí para protegerme. Cuando la salud falla y mi cuerpo está enfermo, me apoyas y me das fuerza, gracias y sanación.

Carta a la Virgen. María querida madre, reina del cielo y de mi vida, siempre estás cerca de mí incluso cuando no te veo, incluso cuando la adversidad parece vencer y el mal avanza. Estás aquí cerca de mí y con paciencia me ayudas incluso cuando el pecado me abruma y la fe falla. Siento tus brazos alrededor de mi cuello, tu calor de mami en mi corazón.

Durante este mes, querida madre, muchos te rezan, rezan el Rosario, hacen florecitas, ofrecen flores y ofrendas. Pero yo no hago nada, no puedo darte ningún regalo para darte las gracias. Estoy con las manos vacías, sin oraciones ni ofrendas para darte. Soy pobre pero rico solo en ti, en tu ayuda, en tu amor.

Querida madre María, madre de Jesús el Señor, quizás te he dado algo, algo que he hecho por ti. Te di mi corazón, te di mi vida en tus manos. Soy un niño lleno de defectos y pecados pero te amo y quiero vivir solo para ti.

Cuando mi vida termine en este mundo y mi alma sea llamada al juicio de Dios el Señor Jesús por mi devoción a ti me perdonará cada pecado solo eso me hará quedarme en el Purgatorio solo porque he amado a una persona más que a él. . Esta persona eres tú María. Fuiste tú quien robó el corazón de un hombre insignificante y pecador.

Querida madre Lupita Quiero terminar esta carta diciéndoles que en el mes de mayo no les ofreceré nada como lo hacen otros cristianos devotos. Te ofrezco solo mi corazón, mi persona, mi amor. Te lo ofrezco hoy, todo mayo por la eternidad. Te amo madre, Virgen, Inmaculada y madre de Jesús Salvador.

Escrito por paolo tescione