Devociones a María: mi oración

La oración escrita de devoción a la Virgen María, madre de nuestro Señor Jesucristo, es una dulce dedicación a su nombre. Una intensa petición de protección y amor que nos acerca al corazón puro y casto del señor elegido. Nosotros que somos humildes pecadores pedimos perdón y soñamos con estar en tu presencia por la eternidad para admirar y venerar tu buen corazón.

Recuerda, oh piadosa Virgen María, nunca se ha oído en el mundo que alguien haya recurrido a tu patrocinio, te haya pedido ayuda, pedido tu protección y haya sido abandonado. Animado por esta confianza, me dirijo a ti, oh Madre, oh Virgen de las vírgenes, vengo a ti y, contrito pecador, me postro ante ti. No quieras, oh Madre de la Palabra, despreciar mis oraciones, sino escúchame propiciamente y escúchame. Amén

Esta devoción representa una verdadera petición de ayuda, para poder liberarnos del mal y desviar las más ostentosas tentaciones de quien amarra en océanos opuestos a los indicados por nuestro Dios Todopoderoso. Cada palabra intenta acercarnos más a tus gracias, oh María, para finalmente ser libres de nuestros pecados terrenales.

Tu Hijo Jesús y nuestro Dios te eligieron para reencarnar en la tierra, y fuiste elegido por ser humilde y bueno. Te pedimos que te sientes junto a tu hijo Jesucristo y te dejes acariciar por tu gran e inmenso amor al prójimo. Tú que eres incomparable, tú que eres la llave del nacimiento, tú que rezas por nosotros desde arriba.

Ten piedad de nosotros y llénanos de luz eterna, oh María, luz perpetua que brilla cada día en el cielo y que reside con nuestro creador, enséñanos a acercarnos a tus gracias e ilumínanos el camino para llegar al cielo. ¡Porque nuestra felicidad reside en ti! Amén