El celibato de los sacerdotes, las palabras del Papa Francisco

"Llego a decir que donde funciona la fraternidad sacerdotal y donde existen lazos de verdadera amistad, allí también es posible vivir la elección célibe. El celibato es un don que la Iglesia latina custodia, pero es un don que, para ser vivido como santificación, requiere relaciones sanas, relaciones de verdadera estima y de verdadero bien que encuentren su raíz en Cristo. Sin amigos y sin oración, el celibato puede convertirse en una carga insoportable y en un contratestimonio de la belleza misma del sacerdocio”.

tan Francisco en la apertura de los trabajos del Simposio promovido por la Congregación para los Obispos.

Bergoglio también dijo: “La obispo no es superintendente de escuela, no es 'vigilante', es padre, y debe tratar de comportarse así porque al contrario aleja a los curas o se acerca a los más ambiciosos”.

En la vida sacerdotal del Papa Francisco "hubo momentos oscuros": el mismo Bergoglio dijo, subrayando, en el discurso de apertura de un simposio vaticano sobre el sacerdocio, el apoyo que siempre ha encontrado en la práctica de la oración. “Muchas crisis sacerdotales tienen en su origen una escasa vida de oración, una falta de intimidad con el Señor, una reducción de la vida espiritual a una mera práctica religiosa”, dijo el pontífice argentino: “Recuerdo momentos importantes de mi vida en los que esta cercanía al Señor fue decisiva para sostenerme: hubo momentos oscuros”. Las biografías de Bergoglio registran en particular los años posteriores a su mandato como "provincial" de los jesuitas argentinos, primero en Alemania y luego en Córdoba, Argentina, como situaciones de particular dificultad interior.