Pídale a su Ángel Guardián que bendiga y proteja su hogar

Hola, Guardian Angels de la casa! Ven en nuestra ayuda. Comparte trabajo y juega con nosotros.

¡Quédate con nosotros y permítenos percibir tu presencia! Acércate y siente nuestro amor.

Tome nuestras manos en las suyas y, por un momento, levántenos del peso del material. Comparte con nosotros tu maravillosa libertad, tu intensa vida en el aire brillante, la intensidad de tu alegría, tu unidad con la Vida.

¡Danos ayuda en el trabajo y el juego, para que se acerca el momento en que toda nuestra raza te conocerá y te saludará como hermanos, peregrinos como nosotros, en el Camino que conduce a Dios!

Salud, Ángeles Guardianes de la casa! Ven en nuestra ayuda. Comparte con nosotros el juego y el trabajo, para que la vida interior se libere.

Cada uno de nosotros recibió de Dios, por su inmenso regalo de amor, un Ángel Guardián para ser protegido y guiado en el viaje de la vida. En la Sagrada Escritura a menudo encontramos la presencia de los Ángeles como fieles "mensajeros de Dios" enviados por él para anunciar o ayudar a sus hijos en peligro y guiarlos a una vida santa que él aprecia. Los santos siempre han estado muy atentos a la presencia del Ángel Guardián y le rezaban con frecuencia, recibiendo grandes beneficios. También queremos invocarlos más a menudo, para abrirnos más a la luz de Dios.

Esta coronilla quiere ser una simple ayuda en este intento.

Se usa una corona de rosario común.

Oh Dios, ven a salvarme.

Oh Señor, date prisa para ayudarme.

Gloria al Padre ...

En los granos "grandes", se reza la siguiente oración a San Miguel Arcángel:

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro apoyo, contra las trampas y la traición del diablo, te rogamos que rogues por ellas. Y Tú, o Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que te viene de Dios, ata a Satanás y a los otros espíritus malignos, que deambulan por el mundo para la perdición de las almas.

En los granos "pequeños", el Ángel de Dios se recita 10 veces:

Ángel de Dios, quien es mi guardián,

ilumina, guarda, abrázame y gobierna

que me fue confiada por la piedad celestial. Amén

Al final se dice tres veces:

San Gabriel, con María,

San Raffaele, con Tobias,

San Miguel, con la jerarquía celestial, nos guía en el camino.

Termina con la oración de encomienda a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, protégeme en las dificultades y defiéndeme en el peligro, obtén el don del Espíritu Santo para que pueda crecer cada día en las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza; enséñame a amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a mí mismo y a hacer la voluntad de Dios todos los días, para convertirme en un fiel discípulo y apóstol de Jesús, el único Salvador y Maestro.

San Miguel Arcángel, defiéndeme en la lucha, para ser eternamente salvo.