Pedimos al Espíritu Santo la curación física. Oración corta ...

Oh Espíritu Santo, que formó el cuerpo de Jesús en el vientre de María y con tu poder le devolviste la vida a su cuerpo muerto al resucitarlo de la tumba, sana mi cuerpo para siempre de las muchas enfermedades de las que a menudo se golpea.

Ilumine a los médicos para que hagan el diagnóstico exacto y brinden la terapia adecuada. Guíe la mano del cirujano.

Para enfermedades graves y quizás misteriosas, interviene directamente con tu terapia divina.

Con tu aliento de vida pasa a través de las extremidades enfermas de mi cuerpo: cura, transforma, renueva, trae salud y nueva vida.

Si no tengo que sanar porque el plan del Padre es diferente para mí, dame tanta fuerza porque nunca te desesperas; dame tanta fe para comprender el valor eterno del sufrimiento y unirlo con la pasión de Jesús por mi salvación y el mundo.

Oh Espíritu Santo, cúrame.

Gracias, Espíritu Santo, por la curación física y la salud que le das a mi cuerpo.