Iglesias chilenas quemadas, saqueadas

Los obispos apoyan a los manifestantes pacíficos, deploran a los violentos
Los manifestantes incendiaron dos iglesias católicas en Chile, donde las manifestaciones para conmemorar el primer aniversario de las protestas masivas contra la desigualdad han caído en el caos.

Los funcionarios de la iglesia y los informes de los medios describieron las manifestaciones del 18 de octubre en el país como pacíficas, pero al final del día estallaron disturbios, con algunos manifestantes entrando y destrozando parroquias en Santiago, la capital nacional.

Los videos publicados en las redes sociales mostraron la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Santiago ardiendo y luego cayendo al suelo mientras una multitud cercana vitoreaba.

La iglesia de San Francesco Borgia también fue objeto de vandalismo y se robaron artículos religiosos, dijo un funcionario de la iglesia. La parroquia alberga ceremonias institucionales para los "Carabineros", la policía nacional de Chile, una fuerza impopular entre los manifestantes acusados ​​de usar tácticas represivas, incluidas 345 heridas en los ojos por el uso de disparos de armas antidisturbios, según una ONU. relación.

"Estos hechos recientes en Santiago y otras ciudades de Chile muestran que no hay límites para los que exacerban la violencia", dijo la conferencia episcopal chilena en un comunicado el 18 de octubre.

“Estos grupos violentos contrastan con muchos otros que se han manifestado pacíficamente. La inmensa mayoría de Chile quiere justicia y medidas efectivas para ayudar a superar la desigualdad. Ya no quieren corrupción ni abuso; esperan un trato digno, respetuoso y justo ”.

El arzobispo Celestino Aós Braco de Santiago pidió el fin de la violencia el 18 de octubre, calificándola de maldad y diciendo: "No podemos justificar lo injustificable".

Chile estalló en protestas en octubre de 2019 luego de un alza en las tarifas del metro en la ciudad de Santiago. Pero la pequeña subida de tipos ocultaba una insatisfacción mucho más profunda con la desigualdad económica del país, que se había promovido en las últimas décadas como una historia de desarrollo exitosa con políticas favorables al mercado.

Los chilenos acudirán a las urnas el 25 de octubre con un referéndum sobre la oportunidad de reescribir la constitución de la nación, redactada durante el régimen 1973-1990 del general Augusto Pinochet.

Muchas de las protestas han pedido que se reescriba la constitución; los obispos alentaron la participación de los ciudadanos en las manifestaciones.

“Una ciudadanía que quiere justicia, probidad, superación de desigualdades y oportunidades para poder erigirse como país no se dejará intimidar por amenazas de violencia y cumplirá con su deber cívico”, dijeron los obispos.

“En las democracias nos expresamos con votos libres de conciencia, no con las presiones del terror y la fuerza”.

El asalto a dos parroquias se produce cuando la Iglesia católica chilena sufre las consecuencias de las acusaciones de abuso sexual por parte del clero y la respuesta inadecuada de la jerarquía a tales delitos. Una encuesta de enero realizada por la empresa de encuestas Cadem encontró que el 75 por ciento de los encuestados desaprueba el desempeño de la iglesia.