Cómo orar a Dios para que nos proteja de una muerte prematura

Esta oración es para pedirle a Dios que protégenos de las trampas del maligno y de la muerte prematura.

Si eres joven y sientes que la muerte acecha a la vuelta de la esquina o conoces a alguien que es joven y está a punto de morir o simplemente quieres protección contra la muerte prematura para ti y tu familia, di esta poderosa oración:

“¡Escúchanos, oh Dios de nuestra salvación! No emitas el decreto para el cumplimiento de nuestros días antes de que nos perdones nuestros pecados; y como la penitencia no es válida en el infierno, y no hay lugar para la enmienda allí, así que humildemente oramos y te suplicamos aquí en la tierra, que, al darnos tiempo para orar por el perdón, también nos concedas el perdón de nuestros pecados. Por Cristo nuestro Señor. Amén".

“Quita, Señor misericordioso, todos los errores de tu pueblo fiel, aleja la destrucción repentina de la pestilencia devastadora. Por Cristo nuestro Señor. Amén".

Antífona - ¡No peques más, alma mía!

Allí, en el infierno, no se acepta la penitencia y las lágrimas no sirven. Vuélvete, por tanto, mientras tengas tiempo; grita y di: ¡Ten piedad de mí, Dios mío!

Antífona - ¡En medio de la vida estamos en la muerte!

Entonces, ¿a quién buscaremos, oh Señor, para que venga en nuestra ayuda, y te salve, oh Señor? ¿Aunque estás realmente enojado con nosotros por nuestros pecados? Oh Santo Señor, Santo y Misericordioso Salvador, nunca nos entregues a una muerte amarga.

Te suplicamos, Dios Todopoderoso, recibe en tu misericordia paterna a tu pueblo que huye de tu ira; para que los que temen ser castigados con la vara de tu majestad en la muerte súbita, sean dignos de regocijarse en tu misericordioso perdón. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Te suplicamos, Dios Todopoderoso, que tengas la bondad de extender tu oído a la asamblea de tu iglesia y dejes que tu misericordia evite tu ira a favor nuestro; porque si te fijas en las iniquidades, ninguna criatura podrá comparecer ante ti; pero en nombre de esa maravillosa caridad para la cual nos creaste, perdónanos a los pecadores y no destruyas la obra de tus propias manos con muerte súbita. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

fuente: CatholicShare.com.