Cómo reaccionar ante el dolor gracias a la fe

Muy a menudo en la vida de los hombres ocurren desgracias que uno nunca querría vivir. Ante tanto dolor que vemos en el mundo de hoy, muchas veces nos vemos llevados a preguntarnos por qué Dios permite tanto sufrimiento, por qué nos ha golpeado un dolor, en fin, nos hacemos muchas preguntas, casi siempre buscando una respuesta en el voluntad divina. Pero la verdad es que tenemos que buscar dentro de nosotros mismos.
Son muchos los problemas que pueden causar tanto sufrimiento como una enfermedad grave, abusos, terremotos, peleas familiares, guerras, pero también la pandemia a la que nos enfrentamos desde hace tiempo. El mundo no debería ser así. Dios no quiere todo esto, nos ha dado la libertad de elegir el bien o el mal y la posibilidad de amar.

Muchas veces nos sentimos tentados a alejarnos de la fe, de Jesús, y sin amor nos encaminamos por caminos equivocados, hacia el sufrimiento, el mismo que nos hace iguales a Cristo. Es bueno ser como Él y la similitud a menudo proviene precisamente del dolor. Jesús no solo sufrió muchos sufrimientos físicos, crucifixiones, torturas sino que también sufrió sufrimientos espirituales como traición, humillación, distanciamiento del Padre. Sufrió toda clase de injusticias, se sacrificó por todos nosotros, siendo el primero en cargar la cruz. Incluso cuando estamos heridos debemos amar siguiendo las enseñanzas que él mismo nos ha dado. Cristo es el camino a seguir para alcanzar nuestra alegría aunque, en ocasiones, tengamos que sobrellevar situaciones difíciles que nos hagan sentir mal. Es muy difícil quedarse quieto y mirar el dolor que se esparce en el mundo y no saber qué hacer pero los cristianos que son fieles a Dios tienen la energía adecuada para aliviar el sufrimiento y hacer el mundo mejor. Dios primero esparce los colores oscuros del sufrimiento y luego los rocía con los tonos dorados de la gloria. Esto nos indica que el mal no es perjudicial para los creyentes, sino que se vuelve beneficioso. Deberíamos centrarnos menos en el lado oscuro y más en la luz.