Consagración de la familia al Crucifijo

Jesús Crucificado, reconocemos de ti el gran regalo de la Redención y, por ello, el derecho al Paraíso. Como un acto de gratitud por tantos beneficios, te entronizamos solemnemente en nuestra familia, para que puedas ser su dulce Soberano y Divino Maestro.

Que tu palabra sea ligera en nuestra vida: tu moral, una regla segura de todas nuestras acciones. Preservar y revitalizar el espíritu cristiano para que nos mantenga fieles a las promesas del bautismo y nos proteja del materialismo, la ruina espiritual de muchas familias.

Dar a los padres una fe viva en la Divina Providencia y una virtud heroica para que sean un ejemplo de vida cristiana para sus hijos; juventud para ser fuerte y generoso en guardar tus mandamientos; que los pequeños crezcan en inocencia y bondad, según tu divino Corazón. Que este homenaje a tu Cruz también sea un acto de reparación por la ingratitud de esas familias cristianas que te han negado. Escucha, Jesús, nuestra oración por el amor que tu SS nos trae. Madre; y por los dolores que sufriste al pie de la Cruz, bendice a nuestra familia para que, viviendo en tu amor hoy, puedan disfrutar de ti en la eternidad. ¡Que así sea!