Conversación "La espera"

(Letra minúscula habla a Dios. LA GRAN CARTA HABLA AL HOMBRE)

DIOS MÍO ME ENCONTRARÉ UNA GRAN ANSIEDAD. NO PUEDO RESOLVER UNA SITUACIÓN MUY GRAVE EN MI VIDA Y NO SÉ QUÉ HACER. TE ESTOY LLAMANDO PERO NO RESPONDES.
Soy tu Dios, padre misericordioso de inmensa gloria. Conozco tu situación Conozco todos tus pasos, pero vi que me preguntas pero a tu manera. Te he dado una herramienta poderosa para obtener toda gracia, oración. ¿Cómo es que no me rezas? Ves que pasas mucho tiempo en tus quehaceres diarios pero no pasas tiempo en oración. La oración es el primer paso hacia mí. Si rezas, resolveré todas tus situaciones, me muevo a tu favor.
Dios mío, sé que eres genial. POR QUE ORAR? USTED SI QUIERE PUEDE RESOLVER MI SITUACIÓN AHORA. ¿CÓMO NUNCA ESPERAS? USTED QUE LIBERA A TODOS LOS HOMBRES POR FAVOR CON TODO SU CORAZÓN, AYÚDENME.
Siempre estoy dispuesto a ayudarlo, pero he puesto una condición en la vida de cada hombre. Puedes obtener gracias materiales y espirituales solo a través de la oración. Soy todopoderoso y puedo hacer todo, pero me muevo a favor de un hijo mío si él me reza. He puesto esta condición ya que la oración es la forma más alta de fe que todo hombre puede hacer. Le hablo al alma a través de la oración, doy todas las gracias y con la oración muestras que me amas y que eres fiel a mí. Sin embargo, antes de orar, debes hacer un examen de conciencia. Tienes que entender si vives una amistad conmigo. No puedes pedirme gracias si no vives una amistad conmigo. Debes vivir mi gracia, respeto por mis mandamientos.
MI DIOS VEO TODA MI VIDA Y SÉ QUE MIS PECADOS SON MUCHOS. Quiero pedirte perdón. Quiero rezarte todos los días. Te necesito, necesito que me ayudes, sin ti caigo en la desesperación. POR FAVOR DAME A MI DIOS AYÚDAME. AHORA DEDICO UNA HORA AL DÍA DE MI TIEMPO PARA LA ORACIÓN Y NO ME COMPROMETO CON USTEDES, PERO QUIERO QUE ME AYUDEN, APOYENME EN ESTA SITUACIÓN.
Hija mía, no tengas miedo. Acepto la oración que me has hecho ahora. Pierdo todas tus faltas. He visto que tu arrepentimiento es sincero. Si me dedicas una hora de oración al día, te prometo en mi omnipotencia que resolveré tu situación y no solo, haré todo por ti. Lo primero que hago es escribir tu nombre en mi corazón. Te doy vida eterna, te doy el cielo.
GRACIAS DIOS MIO, TE AMO. ESTOY FELIZ DE QUE TE MUDAS A MI COMPASIÓN, ESTOY FELIZ DE QUE ME PERDONAS. PERO LE PIDO QUE RESUELVA ESTE MI PROBLEMA. Sufro mucho y no sé qué hacer.
Hija mía, te prometo que en exactamente un año, si me dedicas una hora de oración al día, resolveré este problema tuyo.
DIOS MÍO, DIJO UN AÑO. PERO VEO QUE ES DEMASIADO LARGO. ¿NO PUEDES RESOLVER ESTA SITUACIÓN ANTES?
Puedo resolver tu situación incluso ahora. Pero te lo dije en un año, ya que tienes que recorrer un camino de fe antes de recibir la gracia. Si ahora resuelvo tu situación, serás feliz y me lo agradecerás, pero pronto me olvidarás. Luego, antes de resolver esta situación, tengo que hacer que las cosas sucedan en tu vida para que puedas crecer y tener ciertas experiencias. En este año que serás fiel a mí, me rezarás, tu alma se fortalecerá y no solo recibirás la gracia que deseas, sino que harás un viaje de fe que te llevará a convertirte en mi alma favorita. Sabes que conozco a cada uno de ustedes y sé lo que necesitan. Te puse en esta dificultad de la vida, en la espera, para hacerte fuerte en la fe, un alma que brilla entre los hombres. Pero si, por otro lado, resuelvo esta situación tuya ahora, no tomarás el camino de la fe que he preparado para ti y te perderás en las preocupaciones de este mundo.
MI DIOS GRACIAS SABES TODO LO QUE CONFÍO EN TI. ESTOY FELIZ DE SER CONDUCIDO POR TI Y LLAMARME A LA FE. GRACIAS DIOS MIO.

PENSAMIENTO
Muchas veces oramos pero no obtenemos las gracias que queremos. También detrás de esta situación hay un plan de Dios, tal como lo leyó en esta conversación. La persona había pedido perdón y Dios había prometido concederle su solicitud después de un año. Esto sucede ya que Dios en este tiempo entre la solicitud y la concesión había preparado un camino de fe. Entonces, si a veces rezamos y no recibimos las gracias suspiradas, preguntémonos qué camino Dios está preparando para nosotros. Esperar nos llama a ser la persona que Dios quiere que seamos.