CORONA AL BEBÉ JESÚS

Esta coronilla fue revelada a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento. Muy devota del niño santo y celoso celo de la devoción hacia él, un día recibió una gracia especial del niño divino que se le apareció mostrándole una pequeña corona que brillaba con luz celestial y diciéndole: "Ve, difunde esta devoción entre las almas y asegúrate que le otorgaré gracias muy especiales". de inocencia y pureza a quienes traigan este pequeño rosario y con devoción lo reciten en memoria de los misterios de mi santa infancia ".

Consiste en:

- 3 Padre Nuestro, para honrar a las tres personas de la Sagrada Familia,

- 12 Ave María, en memoria de los 12 años de la infancia del Divino Salvador

- una oración inicial y una oración final.

ORACION INICIAL

Oh Santo Niño Jesús, me uno de todo corazón a los devotos pastores que te adoraron en la cuna y a los ángeles que te glorificaron en el cielo.

Oh Divino Bebé Jesús, adoro tu Cruz y acepto lo que te gustaría enviarme.

Adorable Familia, te ofrezco todas las adoraciones del Santísimo Corazón del Niño Jesús, el Inmaculado Corazón de María y el Corazón de San José.

1 Nuestro Padre (en honor al Niño Jesús)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".

4 Ave Maria (en memoria de los primeros 4 años de la infancia de Jesús)

1 Nuestro Padre (para honrar a la Santísima Virgen)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".

4 Ave Maria (en memoria de los próximos 4 años de la infancia de Jesús)

1 Nuestro Padre (en honor a San José)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".

4 Ave Maria (en memoria de los últimos 4 años de la infancia de Jesús)

ORACION FINAL

Señor Jesús, concebido por el Espíritu Santo, querías nacer de la Santísima Virgen, ser circuncidado, manifestado a los gentiles y presentado al templo, ser traído a Egipto y pasar una parte de tu infancia aquí; desde allí, regresa a Nazaret y aparece en Jerusalén como un prodigio de sabiduría entre los médicos.

Contemplamos los primeros 12 años de su vida terrenal y le pedimos que nos conceda la gracia de honrar los misterios de su santa infancia con tal devoción como para volverse humilde de corazón y espíritu y conformarse con usted en todo, Divino Niño, Tú que vives y reine con Dios el Padre, en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Que así sea.