“¡Déjame sanar a Jesús”! Oración por la curación

“¡Señor, si quieres, puedes sanarme!” Esta súplica fue pronunciada por un leproso que conoció a Jesús hace más de 2000 años. Este hombre estaba gravemente enfermo y Jesús, Movido a compasión, extendió su mano sobre él y la lepra desapareció.

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este episodio del evangelio muestra que Jesús está siempre con nosotros y quiere sanarnos de nuestras dolencias, tanto físicas como internas. Todo lo que tenemos que hacer es pregúntale sinceramente, con fe y con un corazón puro.

La fe es un elemento clave en muchos pasajes del Evangelio. En un verso de Marco por ejemplo, un padre le pide a Jesús que sane a su hijo y Jesús responde que todo es posible para quien cree. En otro verso de Marco Jesús insta a sus discípulos a tener fe en Dios y a creer que incluso las montañas podrían moverse si lo hicieran. realmente cree.

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Jesús atribuye la curación a la fe

Cuando Jesús curado personas, a menudo atribuían su curación a su fe. Sin embargo, por fe se refería a la confianza que tenían en él para lograr la curación. Por esta razón, nuestra forma de orar por la curación debe caracterizarse por la fe.

Algunos de nosotros podemos pensar que el enfermedad o depresión Son la voluntad de Dios, pero esto es un error. La enfermedad no es parte de la voluntad de Dios y Jesús nunca animó a la gente a permanecer enferma o a soportar sufrimiento físico o interno.

Dios nos quiere sanos en espíritu, cuerpo y alma, por lo tanto, pedir curación no va en contra de su voluntad. Si la enfermedad fuera parte del plan de Dios, los médicos y las medicinas ya no tendrían sentido, porque irían en contra de su lógica.

Jesús, el Salvador enviado por Dios, vino por libéranos y sánanos. Por eso, debemos acudir a él con fe y confianza en que escuchará las nuestras. rezo. Podemos contarle todas nuestras tristezas, angustias, sufrimientos y sentimientos de soledad, fracaso o depresión. Confiamos en Él, sabiendo que siempre estará dispuesto a acogernos y sanarnos.