Pase tiempo hoy para reflexionar sobre las Escrituras

Toma mi yugo sobre ti y aprende de mí, porque soy gentil y humilde de corazón; y encontrarás descanso para ti mismo. Mateo 11:29 (Año A Evangelio)

¡Buena solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús!

Para algunos, esto puede parecer una celebración antigua y obsoleta en la Iglesia. Se puede ver como una de esas fiestas antiguas que tienen poco significado en nuestra vida hoy. ¡Nada mas lejos de la verdad!

El Sagrado Corazón de Jesús es exactamente lo que necesitamos saber, experimentar y recibir hoy en nuestra vida. Su corazón, ese corazón que fue atravesado por la lanza y del que fluyó sangre y agua, es el signo, el símbolo y la fuente del amor ardiente de su propia alma. La sangre es una imagen de la Santísima Eucaristía y el agua es una imagen de las aguas purificadoras del bautismo.

Esta celebración del Sagrado Corazón de Jesús es una celebración de Jesús que derrama toda su vida y amor sobre nosotros. No retuvo nada de lo que estaba simbolizado por el derramamiento de la última gota de esta sangre y agua de su Corazón mientras yacía allí muerto en la Cruz. Aunque es una imagen muy gráfica, es gráfica para hacer un punto. El punto, una vez más, es que no ha retenido nada. Debemos darnos cuenta de que Jesús continúa dándonos todo si estamos dispuestos a recibirlo.

Si descubres que necesitas conocer Su amor más profundamente en tu vida hoy, trata de tomarte el tiempo para reflexionar sobre esta Escritura: "... pero un soldado puso su lanza a su lado e inmediatamente brotó sangre y agua" (John 19: 33-34). Pasa tiempo reflexionando sobre ese último regalo de ti mismo, el regalo de esa agua y la sangre que fluye de tu corazón herido. Es un signo de su infinito amor por ti. Piense en el hecho de que se paga específicamente por usted. Míralo, sumérgete en él y ábrete a él. Deja que su amor te transforme y te llene.

Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros. Te agradezco, querido Señor, por darme todo. No me has ocultado nada y continúas derramando tu vida por mi bien y por el bien de todo el mundo. ¿Puedo recibir todo lo que me das y no guardar nada de ti? Jesús, creo en ti.