La devoción a San José y la poderosa petición de agradecimiento.

SUMINISTROS AL GLORIOSO PATRIARCA SAN GIUSEPPE

San José, llamado hombre del mismo Espíritu Santo, me afirmó en mi última agonía.

San José, Esposo angelical de la Santísima Virgen María, me estima en mi última agonía.

San José, a quien el Hijo de Dios mismo llamó padre, me ayudó en mi última agonía.

San José, a quien el Padre Eterno compartió en su paternidad y su infinito amor por su Hijo Unigénito, ayúdame en mi última agonía.

San José, que era la cabeza de la Trinidad de la tierra, me ayuda en mi última agonía.

San José, padre virginal de quienes alimentan a todas las criaturas, me ayuda en mi última agonía.

San José, guía de la Luz no creada, apareció a los hombres, ayúdame en mi última agonía.

San José, director de Eternal Wisdom que vino a la tierra, ayúdame en mi última agonía.

San José, a quien fue sometido el Hijo de Dios, ayúdame en mi última agonía.

San José, a quien sirve la Reina de los ángeles y los hombres, me ayuda en mi última agonía.

San José, a quien la Trinidad divina asoció con el gran misterio de la Encarnación, me ayudó en mi última agonía.

San José, a quien Dios confió los tesoros de Jesús y María, ayúdame en mi última agonía.

San José, quien en tus obras, en los sudores y durante toda tu vida se consagró a Dios hecho hombre y su Santísima Madre, ayúdame en mi última agonía.

San José, modelo de paciencia, ejemplo de virginidad y volcán de amor divino, ayúdame en mi última agonía.

San José, príncipe de los patriarcas y ante todo de los santos, me ayuda en mi última agonía.

San José, quien en gloria ocupa un trono con Jesús y María, ayúdame en mi última agonía.

San José, quien en el cielo ejerce la influencia y la autoridad de un padre con su hijo y de un novio con su novia, me ayuda en mi última agonía.

San José, protector de las almas vírgenes, ayúdame en mi última agonía.

San José, ejemplo del ministerio sacerdotal, ayúdame en mi última agonía.

San José, un ejemplo de la santidad del matrimonio cristiano, ayúdame en mi última agonía.

San José, defensor de los moros-Bondi en sus agonías, me ayuda en mi última agonía.

San José, abogado de la humanidad en todas sus miserias y necesidades, ayúdame en mi última agonía.

San José, cuando la agonía de la muerte me alcance, ayúdame en mi última agonía.

ORACIÓN Amado Patriarca San José, quien practicando fielmente todas las virtudes y conformándose en todo al divino buen placito, logró una muerte feliz y bendecida en los brazos de Jesús y María; por esta gracia tan grande que Tuviste, obtén para mí la contrición perfecta de mis pecados y la conformidad con la voluntad de Dios; protégeme en la hora de mi tránsito de este mundo, y luego preséntame en el cielo a Jesús y María, para que por toda la eternidad pueda disfrutar de la misericordia del Señor. Amén.