Devoción del día: practica actos de contrición; Mi jesus piedad

¿Por qué no me convierto? Al final del año, miro hacia atrás, recuerdo las resoluciones hechas a principios de este año, las promesas hechas a Jesús de convertirse, de huir del mundo, de seguirlo solo a ÉL… Bueno, ¿qué he hecho? ¿No son mis malos hábitos, mis pasiones, mis vicios, mis defectos los mismos que el año pasado? De hecho, ¿no han crecido? Examínese en orgullo, impaciencia, eco. ¿Cómo has cambiado en doce meses?

¿Por qué no soy santificado? Gracias a Dios, puede que no haya pecado gravemente este año ... Aun así ... ¿Pero qué progreso he logrado en todo un año? Me concedieron el año para que, en el ejercicio de las virtudes, agradara a Dios y preparara una hermosa corona para el cielo. ¿Dónde están entonces mis méritos y las gemas de la eternidad? ¿No me conviene la frase de Belsasar: te pesaron y la balanza se encontró escasa? - ¿Puede Dios estar complacido conmigo?

¿Qué he hecho con el tiempo? ¡Cuántas cosas me pasaron, ahora feliz, ahora triste! ¡En cuántos acuerdos puse mi mente y mi cuerpo a lo largo del año! Pero, con tantas ocupaciones, después de tantas palabras y esfuerzos, no debo decir con el Evangelio: ¿Trabajando toda la noche, no he tomado nada? Tuve tiempo para comer, dormir, caminar: ¿por qué no lo encontré para el alma, para escapar del infierno, para ganarme el paraíso? ¡Cuántos reproches!

PRÁCTICA. Tres actos de contrición; Jesús mío, piedad.