Devoción práctica del día: la importancia de la oración vespertina

Soy el regalo del verdadero hijo. ¡Cuántos hijos ingratos hay que poco o nada se preocupan por sus padres! Dios hará justicia a esos niños. El verdadero hijo aprovecha cada oportunidad para rendir homenaje a quienes respetan y aman. Oh cristiano, hijo de Dios, después de tantas horas en el mundo, volviendo a tu habitación para descansar, ¿por qué ni siquiera con una oración le dices un saludo al Padre celestial antes de dormir? ¡Qué ingrato! ¡Tienes sueño! ... ¿Y si el Señor te abandona?

Son un deber estricto. ¿De quién obtuviste los éxitos del día? ¿Quién te escapó de cien peligros? ¿Quién te mantuvo vivo? Incluso el perro celebra a su benefactor; y tú, una criatura razonable, ¿no sientes el deber de la gratitud? Pero durante la noche puedes encontrar peligros para el alma y el cuerpo; puedes morir, puedes condenarte a ti mismo…, ¿no sientes la necesidad de pedir ayuda? Durante el día ofendiste a Dios… ¿No sientes el deber de invocar la misericordia y el perdón?

Rezar mal no es rezar. Para el trabajo, para la charla inútil, para el placer, todo es actividad; sólo por la oración tienes sueño ... Por lo que amas, para enriquecerte, para lucir vanidad, eres todo atención; ¡sólo por la oración te permites las cien distracciones voluntarias! ... Por la diversión, por el paseo, por el amigo, eres todo voluntad y ardor; sólo por la oración tienes el bostezo, el aburrimiento, ¡y lo dejas por un poco! ... Esto no es orar, sino deshonrar a Dios. ¡¡Pero no te metas con Dios !!

PRÁCTICA. - Estemos convencidos del gran deber de la oración; recitemos siempre con fervor por la mañana y por la noche.