Devoción a Jesús: la poderosa oración de la noche


Esta oración se llama así porque se hace mientras la persona en cuestión está durmiendo. Jesús mismo nos despertará cuando ella duerma. Se recita mientras la persona está durmiendo porque el propósito de esta oración es curar el subconsciente de la persona y el subconsciente está despierto cuando está durmiendo. Durante esta oración le prestamos todo nuestro ser a Jesús, lo invitamos a que venga con nosotros donde está la persona. Él puede amarla en cuerpo y alma y lo acompañamos con el espíritu. Oramos por un área de la vida de la persona que está dañada. Si no tenemos que conocer esta área, simplemente limítese a ofrecérsela a Jesús y pedirle que actúe en consecuencia. Generalmente esta oración da buenos resultados; Lo más importante es hacerlo con perseverancia durante al menos tres semanas. Si a veces, especialmente por la noche, debe ser omitida porque la persona no se ha despertado o quizás se ha olvidado durante el día, no tiene que preocuparse porque es Jesús quien cura y él sabe todo acerca de la persona a quien se dirige la oración. Puede continuar al día siguiente sin preguntarse ningún problema.

ORACIÓN
“Jesús, creo firmemente que sabes todo, puedes hacer todo y quieres nuestro mayor bien para todos. Ahora, por favor, acércate a este hermano mío que está angustiado y sufriendo. Te sigo en adoración con mi corazón y con mi Ángel Guardián. Pon tu sagrada mano sobre su cabeza, haz que sienta los latidos de tu corazón, deja que experimente tu inefable amor, revélele que tu Divino Padre también es su Padre y que los dos siempre lo han amado y siempre lo son para él. Estuvo cerca, incluso cuando no pensaba en ti y no te amaba tanto como tenía que hacerlo. Jesús, asegúrale que no hay nada que temer, y que cada problema y angustia se pueden resolver con tu ayuda omnipotente y con tu insondable amor. Jesús, abrázalo, consuélalo, libéralo, cúralo, especialmente en esa área y de ese mal, de ese sufrimiento que sufre. Amén. Mi Señor Jesús, gracias por tu amor inagotable. Gracias, porque nunca fallas en tus promesas. Gracias por tus maravillosas bendiciones. Gracias porque eres nuestro Dios, nuestra verdadera alegría, nuestro Todo. ¡Amén!"