Devoción a la Madre Teresa: oración del 22 de junio de 2019

Como las ramas ...
En cada país, los colaboradores tienen un presidente, pero el nombre que me gustaría usar es mucho más simple. Deseo que pailasse más bien "conexión", en el sentido de rama, relación, articulación. Desearía poder llevar a cabo el capítulo 15 del Evangelio de Juan en nuestras vidas. Jesús dice: "Yo soy la vid y ustedes son las ramas". Seamos como las ramas. La congregación de las Misioneras de la Caridad es la rama y todos los colaboradores son pequeñas ramas unidas a esta rama y todos unidos a Jesús. Creo que es una hermosa imagen para describir lo que deberíamos ser en el mundo. Todas las conexiones en los diferentes países están unidas a esta rama, la congregación de las Misioneras de la Caridad y las Misioneras de la Caridad están unidas al único grupo, Jesús. Y todos los frutos están en todas las ramas, en los diferentes países. Es una imagen muy hermosa y muy viva de lo que nosotros, Misioneros de la Caridad y colaboradores, deberíamos estar estrechamente conectados y unidos. Y no olvidemos que la fruta está en la rama y no en otro lugar. Todos deben estar unidos, todos deben conocerse personalmente y estar unidos de la manera que acabo de describir. Siento que estaremos profundamente presentes en el mundo.

Dependemos de la divina Providencia. No quiero que la gente piense que estamos persiguiendo su dinero, que queremos su dinero y que somos un grupo de hombres, mujeres y niños, todos ocupados sacando algo de ellos. Esto es lo último que se me ocurre. Y quiero que sea lo último que pienses también. Y ni siquiera damos la impresión de trabajar sobre la base de lo que podemos recolectar, gastar y tener en el banco. Los colaboradores también deben depender de la divina Providencia. Si la gente le da dinero o cosas, agradezca al Señor, pero por favor no emprenda ninguna iniciativa regular que lo induzca a gastar tiempo y energía para acumular dinero y ganar dinero. Prefiero que pases tu tiempo en un servicio concreto a la gente y no hagas propaganda, escribas cartas para pedir ofertas, empaques cosas para vender.

Traemos un espíritu de sacrificio a la vida de nuestra gente. Creo que esto quiere a Jesús de nosotros y, si es necesario, no me cansaré de repetirlo. Ofrecemos todo nuestro trabajo para la gloria de Dios y también porque podemos convertirnos en instrumentos de paz, amor y compasión.