Devoción a María: Madre siempre presente

Cuando tu vida está llena de miles de compromisos laborales, la familia te invita a no renunciar a la devoción a María: una madre siempre presente.

Esta devoción no consiste en hacer tantas horas de oración o liturgias, de hecho, está dirigida a aquellos que no pueden dedicar tiempo a la oración activa. De hecho, la práctica de esta devoción consiste en tener a María siempre presente en cada situación de la vida que tenemos.

Nos levantamos por la mañana, podemos decir: querida madre María, te amo y te saludo, por favor, acompáñame en este día. O tenemos dificultades en la familia y en el trabajo, podemos decir: querida madre María, por favor ayúdame en esta dificultad de acuerdo con la voluntad de Dios.

Esta devoción tiene dos peculiaridades importantes. Lo primero que en cada ocasión debemos invocar a María con el título de madre. El segundo es que María siempre debe tenerse en cuenta en todas las circunstancias de la vida. Incluso a veces, cuando estamos tan ocupados y no pensamos en la Madonna durante una hora después de un compromiso, podemos decir: querida madre María, durante una hora, no te dije nada, de hecho, estaba resolviendo este problema, pero sé que siempre conmigo y te quiero mucho.

Para hacer esta devoción a la madre celestial, debemos partir de algunas hipótesis de que todos debemos estar seguros. De hecho, debemos saber que María nos ama perfectamente, por lo que siempre está dispuesta a darnos las gracias. Cuando "Te amo, mamá María" sale de nuestra boca, su corazón se regocija y su alegría es inmensa.

Cuando nos acostamos por la noche antes de quedarnos dormidos por unos minutos, pensamos en María y le decimos: querida madre, he llegado al final del día, gracias por todo lo que has hecho por mí y descansa conmigo mientras duermo, no me abandones en la noche. pero quedémonos juntos abrazados.

Nuestra Señora siempre nos pide en sus apariciones que recemos. A menudo nos pide que recemos el Santo Rosario, una oración rica y una fuente de gracia. Pero Nuestra Señora nos pide que recemos con el corazón. Así que te aconsejo que si tienes tiempo para rezar el Rosario, pero el gran consejo que te doy es que te vuelvas a Nuestra Señora con todo tu corazón. Esta actitud enriquece tu vida con la espiritualidad y las gracias que provienen de la misma Virgen.

Entonces tu vida te lleva de un lado a otro sin siquiera tener tiempo para ti. No tengas miedo, tienes a la Madre de Dios cerca. Habla con ella, siente su cercanía, invocala, haz que comparta tu vida, llama a su madre y dile que te amo. Esta actitud tuya es el regalo más hermoso que puedes darle a Nuestra Señora.

Esta tarde, cuando cae la noche y duerme el mundo entero, el corazón me inspiró a revelar esta devoción a María: la madre siempre presente.

Entonces, si de ahora en adelante crees que María está a tu lado, la invocarás con tu corazón en cada situación, la amarás como madre, ella será tu escudo en la vida presente y no dudarás en el último minuto de tu vida para llevarte contigo y llevarte en el cielo.

La Santa Madre siempre está presente a tu lado, solo tienes que invocarla para escuchar su voz, escuchar su ayuda, el calor de su madre.

Ahora María te dice: "Siempre estoy presente a tu lado. Solo te pido tu amor y estaremos juntos por toda la eternidad".

Recita esta eyaculación a menudo
"Querida mamá, Mary siempre está presente, te amo y confío en ti".

ESCRITO POR PAOLO TESCIONE