Devoción a María dirigida a los fieles con poco tiempo disponible.

  • 1. Vida recogida de María. El recuerdo proviene de la huida del mundo y del hábito de meditar: María lo poseía perfectamente. El mundo huyó, escondiéndose pequeño en el templo; y, más tarde, la habitación de Nazaret era un lugar de soledad para ella. Pero, dotada del uso de la razón desde su Concepción, su mente se elevó pura a Dios contemplando su belleza, su amabilidad; continuamente meditaba en su Jesús (Luc. 2, 15), viviendo reunido en él.

2. Fuentes de nuestra disipación. ¿De dónde vienen tus distracciones constantes en el momento de las oraciones, de la misa, de acercarte a los santos sacramentos? ¿De dónde viene que, mientras los Santos y María, su Reina, siempre pensaron en Dios, suspiraron casi cada momento de Dios, porque pasaron los días y las horas, sin una eyaculación? ... No será porque aman el mundo, es decir, vanidades , charla inútil, mezclándote con los hechos de otras personas, todas las cosas que te distraen?

3. El alma recogida, con María. Convéncete de la necesidad de meditar si quieres huir del pecado y aprender la unión con Dios, propia de las almas santas. La meditación concentra el espíritu, nos enseña a reflexionar sobre las cosas, revive la fe, sacude el corazón, lo inflama con ardor sagrado. Hoy prometes acostumbrarte a la meditación diaria y vivir reunido con María, pensando si te beneficiará más, a punto de morir. Recuerdo con Dios, o disipación con el mundo.

PRÁCTICA. - Recitar tres Salve Regina; a menudo vuelves tu corazón a Dios y a María.