Devoción al Padre Pío y su pensamiento del 5 de junio.

1. - Padre, ¿qué haces?
- Estoy haciendo el mes de San José.

2. - Padre, amas lo que temo.
- No me gusta sufrir en sí mismo; Le pido a Dios, anhelo los frutos que me da: le da gloria a Dios, me salva a los hermanos de este exilio, libera a las almas del fuego del purgatorio y ¿qué más quiero?
- Padre, ¿qué es el sufrimiento?
- Expiación
- ¿Y para ti qué es?
- ¡Mi pan de cada día, mi delicia!

3. En esta tierra cada uno tiene su cruz; pero debemos asegurarnos de que no somos el mal ladrón, sino el buen ladrón.

4. El Señor no puede darme un Cireneano. Solo tengo que hacer la voluntad de Dios y, si me gusta, el resto no cuenta.

5. ¡Ora con calma!

6. Antes que nada, quiero decirte que Jesús necesita a aquellos que gimen con él por impiedad humana, y por esto te guía a través de las dolorosas formas en que mantienes mi palabra en la tuya. Pero que su caridad sea siempre bendecida, que sabe cómo mezclar lo dulce con lo amargo y convertir las penas transitorias de la vida en una recompensa eterna.

7. Así que no tengas miedo en absoluto, pero considérate muy afortunado de haber sido hecho digno y participar en los dolores del Hombre-Dios. Por lo tanto, no es abandono, sino amor y gran amor lo que Dios te está mostrando. Este estado no es castigo, sino amor y muy buen amor. Por lo tanto, bendiga al Señor y resigne a beber de la copa de Getsemaní.

8. Entiendo bien, hija mía, que tu Calvario se vuelve más y más doloroso para ti. Pero piense que en el Calvario Jesús hizo nuestra redención y en el Calvario se debe lograr la salvación de las almas redimidas.

9. Sé que sufres mucho, pero ¿no son estas las joyas del Novio?

10. El Señor a veces te hace sentir el peso de la cruz. Este peso te parece intolerable, pero lo llevas porque el Señor en su amor y misericordia extiende tu mano y te da fuerza.

11. Preferiría mil cruces, de hecho cada cruz sería dulce y ligera para mí, si no tuviera esta prueba, es decir, sentir siempre la incertidumbre de complacer al Señor en mis operaciones ... Es doloroso vivir así ...
Me resigno, pero resignación, ¡mi fiat parece tan frío, vano! ... ¡Qué misterio! Jesús debe pensarlo solo.

12. Jesús, María, José.

13. El buen corazón siempre es fuerte; sufre, pero esconde sus lágrimas y se consuela sacrificándose por su prójimo y por Dios.

14. Quien comienza a amar debe estar listo para sufrir.

15. No temas a la adversidad porque ponen el alma al pie de la cruz y la cruz la pone a las puertas del cielo, donde encontrará al que es el triunfo de la muerte, quien lo introducirá al eterno gaudí.

16. Después de la Gloria, rezamos a San José.

17. Subamos generosamente al Calvario por el bien de aquel que se inmoló por nuestro amor y somos pacientes, seguros de que volaremos a Tabor.

18. Manténganse fuertes y constantemente unidos a Dios, consagrando todos sus afectos, todos sus problemas, todos ustedes, esperando pacientemente el regreso del hermoso sol, cuando el novio quiera visitarlos con la prueba de la aridez, las desolaciones y las persianas. de espíritu

19. ¡Reza a San José!

20. Sí, amo la cruz, la única cruz; La amo porque siempre la veo detrás de Jesús.

21. Los verdaderos siervos de Dios han valorado cada vez más la adversidad, ya que están más en conformidad con el camino que recorrió nuestra Cabeza, que trabajó nuestra salud por medio de la cruz y los oprimidos.

22. El destino de las almas elegidas es el sufrimiento; Es un sufrimiento soportado en una condición cristiana, una condición a la cual Dios, el autor de cada gracia y cada don que conduce a la salud, ha determinado darnos gloria.

23. Sé siempre un amante del dolor que, además de ser obra de la sabiduría divina, nos revela, aún mejor, la obra de su amor.

24. Que la naturaleza también se resienta ante el sufrimiento, porque no hay nada más natural que el pecado en esto; tu voluntad, con ayuda divina, siempre será superior y el amor divino nunca fallará en tu espíritu, si no descuidas la oración.

25. Me gustaría volar para invitar a todas las criaturas a amar a Jesús, a amar a María.

26. ¡Después de la gloria, San José! Misa y Rosario!

27. La vida es un calvario; pero es mejor subir felizmente. Las cruces son las joyas del Novio y estoy celosa de ellas. Mis sufrimientos son agradables. Sufro solo cuando no sufro.

28. El sufrimiento de los males físicos y morales es la oferta más valiosa que puedes hacer a quien nos salvó sufriendo.

29. Disfruto inmensamente al sentir que el Señor siempre es generoso con sus caricias con tu alma. Sé que estás sufriendo, pero ¿no es una señal segura de que Dios te ama? Sé que sufres, pero ¿no es este sufrimiento el sello distintivo de cada alma que ha elegido un Dios y un Dios crucificado por su porción y herencia? Sé que tu espíritu siempre está envuelto en la oscuridad de la prueba, pero es suficiente para ti, mi buena hija, saber que Jesús está contigo y en ti.

30. ¡Corona en tu bolsillo y en tu mano!

31. Di:

San José
Novio de maria,
Padre putativo de Jesús,
Oren por nosotros.