Devoción al Padre Pío: pensamiento del 7 de junio

No se sorprenderá en absoluto de sus debilidades, pero al reconocerse a sí mismo por lo que es, se sonrojará con su infidelidad a Dios y confiará en él, abandonándose con calma en los brazos del Padre celestial, como un niño en los de su madre.

Oh Padre Pio de Pietrelcina, quien llevó las señales de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en tu cuerpo. Tú que llevaste la Cruz por todos nosotros, soportando los sufrimientos físicos y morales que te azotaron cuerpo y alma en un martirio continuo, intercede ante Dios para que cada uno de nosotros sepa cómo aceptar las Cruces pequeñas y grandes de la vida, transformando cada sufrimiento en un vínculo seguro que nos une a la vida eterna.

«Es mejor domar con los sufrimientos, que a Jesús le gustaría enviarte. Jesús, que no puede sufrir para sostenerte en aflicción, vendrá a solicitarte y a consolarte inculcando un nuevo espíritu en tu espíritu ». Padre pio