Devoción a un santo por ti: hoy entrégate a St. Louis y pide una gracia

Entrégate a un santo

Al amanecer de cada nuevo día, o en períodos particulares de su vida, además de confiar en el Espíritu Santo, Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo, puede recurrir a un santo para que pueda interceder por sus necesidades materiales y, sobre todo, espirituales. .

Glorioso ... te elijo hoy
a mi patrón especial:
apoyar la esperanza en mí

confirmame en la fe,
hazme fuerte en la virtud.
Ayúdame en la lucha espiritual.
obtener todas las gracias de Dios

que más necesito
y los méritos para lograr contigo

Gloria eterna.

SAN LUIGI GONZÁGA

Castiglione delle Stiviere, Mantua, 9 de marzo de 1568 - Roma, 21 de junio de 1591

Estaba entre los santos que más se distinguían por su inocencia y pureza. La Iglesia le da el título de "joven angelical" porque él, en su vida, se parecía a los ángeles, en pensamientos, en afectos, en obras. Nació en una familia principesca, creció entre las comodidades y estuvo expuesto a muchas tentaciones en los diversos tribunales a los que asistió, pero, con la modestia más rígida y la penitencia más severa, pudo mantener el lirio de su virginidad tan intachable que nunca lo nubló, ni siquiera con Un pequeño lunar. Todavía no se había acercado a la primera comunión que ya había consagrado su virginidad a Dios.

ORACIÓN

Oh adorable San Luis, cuya pureza ilimitada lo hizo similar a los Ángeles, y su ardiente amor por Dios igualaba a los Serafines del Cielo, mira hacia mí con misericordia. Ves cuántos enemigos me rodean, cuántas ocasiones amenazan mi alma; y cómo la frialdad de mi amor por Dios me pone en peligro de ofenderlo con cada impulso y de alejarme de él, dejándome atraer a los falaces placeres de la tierra. Sálvame, oh gran santo ... Me encomiendo a ti. Impetratemi Tú, amor ardiente por el Sacramento de Jesús, y obtén para mí la gracia de que siempre me acerco al Banquete Eucarístico con un corazón puro y contrito, lleno de fe viva y profunda humildad. Mis comuniones serán, como lo fueron para ti, una poderosa droga de inmortalidad, un dulce perfume del eterno beso de Dios.