Devoción a los santos: el pensamiento del Padre Pío hoy 25 de agosto

15. Todos los días el Rosario!

16. Humíllate siempre y con amor ante Dios y los hombres, porque Dios habla a aquellos que mantienen su corazón verdaderamente humilde ante él y lo enriquecen con sus dones.

17. Miremos primero y luego miremos a nosotros mismos. La distancia infinita entre el azul y el abismo genera humildad.

18. Si estar de pie dependiera de nosotros, seguramente al primer aliento caeríamos en manos de nuestros enemigos sanos. Siempre confiamos en la piedad divina y así experimentaremos más y más cuán bueno es el Señor.

19. Más bien, debes humillarte ante Dios en lugar de desanimarte si él reserva los sufrimientos de su Hijo para ti y quiere que experimentes tu debilidad; debes elevarle la oración de resignación y esperanza cuando caes en la debilidad y agradecer los muchos beneficios que serán enriquecedores.

20. Padre, eres tan bueno!
- No soy bueno, solo Jesús es bueno. ¡No sé cómo este hábito de San Francisco que uso no se me escapa! El último matón en la tierra es oro como yo.

21. ¿Qué puedo hacer?
Todo viene de Dios. Soy rico en una cosa, en la miseria infinita.

22. Después de cada misterio: San José, ¡ruega por nosotros!

23. ¡Cuánta malicia hay en mí!
- Mantén esta creencia también, humíllate pero no te enojes.

24. Tenga cuidado de no desanimarse de verse rodeado de enfermedades espirituales. Si Dios te deja caer en alguna debilidad, no es abandonarte, sino solo establecerte en la humildad y hacerte más atento para el futuro.

25. El mundo no nos estima porque hijos de Dios; consolémonos que, al menos de vez en cuando, sabe la verdad y no dice mentiras.

26. Sé un amante y un practicante de la simplicidad y la humildad, y no te preocupes por los juicios del mundo, porque si este mundo no tuviera nada que decir en contra de nosotros, no seríamos verdaderos servidores de Dios.

27. El amor propio, el hijo del orgullo, es más malicioso que la madre misma.

28. La humildad es verdad, la verdad es humildad.

29. Dios enriquece el alma, que se despoja de todo.

30. Al hacer la voluntad de los demás, debemos hacer un recuento de hacer la voluntad de Dios, que se nos manifiesta en la de nuestros superiores y nuestro prójimo.

31. Siempre mantente cerca de la Santa Iglesia Católica, porque solo ella puede darte la paz verdadera, porque solo ella tiene al Jesús sacramental, quien es el verdadero príncipe de la paz.