Devoción a los santos: el pensamiento del Padre Pío hoy 8 de noviembre

13. Sean, mis amadas hijas, todas renunciaron en las manos de nuestro Señor, dándole el resto de sus años, y siempre le rogan que las use para usarlas en el destino de la vida que más le gustará. No preocupe su corazón con vanas promesas de tranquilidad, gusto y méritos; pero presente a su divino Novio sus corazones, todos vacíos de cualquier otro afecto pero no de su amor casto, e implore que lo llene pura y simplemente con los movimientos, deseos y voluntades que son de su (amor) para que su corazón, como una madreperla, concibe solo con el rocío del cielo y no con el agua del mundo; y verás que Dios te ayudará y que harás mucho, tanto en la elección como en la realización.

14. El Señor te bendiga y haga que el yugo de la familia sea menos pesado. Siempre se bueno. Recuerde que el matrimonio conlleva deberes difíciles que solo la gracia divina puede facilitar. Siempre mereces esta gracia y el Señor te mantendrá hasta la tercera y cuarta generación.

15. Sé un alma profundamente convencida en tu familia, sonriendo en el auto sacrificio y la constante inmolación de todo tu ser.

16. Nada más nauseabundo que una mujer, especialmente si es una novia, ligera, frívola y arrogante.
La novia cristiana debe ser una mujer de piedad firme hacia Dios, un ángel de paz en la familia, digna y agradable hacia los demás.

17. Dios me dio a mi pobre hermana y Dios me la quitó. Bendito sea su santo nombre. En estas exclamaciones y en esta resignación encuentro la fuerza suficiente para no sucumbir ante el peso del dolor. A esta resignación en la voluntad divina también te insto y encontrarás, como yo, el alivio del dolor.

18. ¡Que la bendición de Dios sea tu escolta, apoyo y guía! Comienza una familia cristiana si quieres algo de paz en esta vida. El Señor te dé hijos y luego la gracia de dirigirlos en el camino al cielo.

19. ¡Valor, coraje, los niños no son uñas!

20. Confortate entonces, buena dama, consuélate, ya que la mano del Señor para apoyarte no se ha acortado. Oh! sí, él es el Padre de todos, pero de una manera muy singular es para los infelices, y de una manera mucho más singular es para ti que eres viuda y madre viuda.

21. Echa en Dios solo todas tus preocupaciones, ya que él cuida mucho de ti y de esos tres angelitos de niños con los que quería que te adornaras. Estos niños estarán allí para su conducta, comodidad y consuelo durante toda su vida. Sea siempre solícito con su educación, no tanto científica como moral. Todo está cerca de tu corazón y lo tienes más querido que la pupila de tu ojo. Al educar la mente, a través de buenos estudios, asegúrese de que la educación del corazón y de nuestra religión sagrada siempre debe estar unida; la que no tiene esto, mi buena dama, da una herida mortal al corazón humano.