Devoción al Sagrado Corazón todos los días: oración el 23 de diciembre

Amor del Corazón de Jesús, inflama mi corazón.

Caridad del Corazón de Jesús, difundida en mi corazón.

Fortaleza del Corazón de Jesús, apoya mi corazón.

Misericordia del Corazón de Jesús, haz que mi corazón sea dulce.

Paciencia del Corazón de Jesús, no te canses de mi corazón.

Reino del Corazón de Jesús, acomódate en mi corazón.

Sabiduría del Corazón de Jesús, enseña mi corazón.

LAS PROMESAS DEL CORAZÓN
1 Les daré todas las gracias necesarias para su estado.

2 Pondré paz en sus familias.

3 Los consolaré en todas sus aflicciones.

4 Seré su refugio seguro en la vida y especialmente en el punto de la muerte.

5 Difundiré las bendiciones más abundantes en todos sus esfuerzos.

6 Los pecadores encontrarán en mi corazón la fuente y el océano de la misericordia.

7 Las almas tibias se volverán fervientes.

8 Las almas fervientes se elevarán rápidamente a la gran perfección.

9 Bendeciré las casas donde la imagen de mi Sagrado Corazón será expuesta y venerada

10 Daré a los sacerdotes el don de mover los corazones más duros.

11 Las personas que propagan esta devoción mía tendrán su nombre escrito en mi Corazón y nunca será cancelado.

12 A todos aquellos que se comuniquen durante nueve meses consecutivos el primer viernes de cada mes, les prometo la gracia de la penitencia final; no morirán en mi desgracia, pero recibirán las mentes sagradas y mi corazón será su refugio seguro en ese momento extremo.

COMENTARIO A LA NOVENA PROMESA
"BENDECIRÉ LAS CASAS EN LAS QUE LA IMAGEN DE MI CORAZÓN SERÁ EXPUESTA Y VENERADA".

Jesús en esta novena promesa pone al descubierto todo su amor sensible, así como cada uno de nosotros se conmueve al ver su propia imagen preservada. Si una persona que amamos abre nuestra billetera ante nuestros ojos y nos muestra, sonriendo, nuestra fotografía que guarda celosamente en el corazón, sentimos profundamente su dulzura; pero aún más nos sentimos con tanta ternura cuando vemos nuestra imagen en el rincón más visible de la casa y la tenemos con el mayor cuidado de nuestros seres queridos. Entonces, Jesús, insiste tanto en el "placer particular" que siente al ver su propia imagen expuesta nuevamente, haciéndonos pensar en la psicología de los adolescentes, quienes más fácilmente se dejan tocar por delicadas expresiones de ternura y preocupación. Cuando uno piensa que Jesús quería tomar a la humanidad en su totalidad, excepto el pecado, ya no se sorprende, por el contrario, se encuentra como natural que todos los matices de la sensibilidad humana, en su amplio rango y en la máxima intensidad, sean resumido en ese Corazón divino que es más tierno que el corazón de la madre, más delicado que el corazón de la hermana, más ferviente que el corazón de la novia, más simple que el corazón del niño, más generoso que el corazón del héroe.

Sin embargo, debe agregarse de inmediato que Jesús quiere ver la imagen de su Sagrado Corazón expuesta a la veneración pública, no solo porque esta delicadeza satisface, en parte, su necesidad íntima de preocupación y atención, sino sobre todo porque con ese Corazón de su traspasado por el amor quiere golpear la imaginación y, a través de la fantasía, conquistar al pecador que mira la imagen y abrir una brecha a través de los sentidos.

"Prometió imprimir su amor en los corazones de todos los que traerán esta imagen y destruir cualquier movimiento rebelde en ellos".

Damos la bienvenida a este deseo de Jesús como un acto de amor y honor, para que Él nos proteja en el amor de Su Corazón.