Devoción a Nuestra Señora: liga santa para prevenir pecados mortales en el mundo

El pecado mortal es la ofensa máxima que la criatura puede hacer a su Creador. Hace la guerra directamente a la gloria de Dios, se ocupa del honor debido a ella y de un alma destinada a glorificar a Dios en el cielo, lo convierte en un castigo probado y eterno en la prisión del infierno.

Todo pecado que puede prevenirse, incluso si es venial, ya es una gran cosa para la causa de Jesucristo.

Podemos tener una idea de tanta importancia, reflejando que cuando también podríamos cerrar el infierno para siempre, salvar a todas las almas encerradas en él, vaciar la prisión de Purga-torio, y de todos los hombres vivos, en la tierra hacer tantas Santos, iguales a San Pedro y San Pablo, y todo esto diciendo una pequeña mentira, nunca debemos decirlo; porque la gloria de Dios sufriría más por una mentira tan pequeña, que no obtendría del resto.

¡Qué gran empresa será, por lo tanto, para el honor de Jesús evitar incluso un pecado mortal! Y qué fácil será, si todas las noches, antes de acostarnos, usaremos

¡que la Madre divina, que ofrece la Santa Pasión y la preciosa Sangre de su amado Hijo a Dios, obtenga la gracia de prevenir un pecado mortal en cualquier parte del mundo durante esa noche! ¡Renovaremos la misma oración a la mañana siguiente!

Sin duda, tal oferta, hecha para tales manos, no puede dejar de suplicar la gracia enviada.

De esta manera, cada uno de nosotros probablemente pueda prevenir 730 pecados mortales por año. Que si miles de nosotros hacemos esta oferta constantemente durante veinte años (que ciertamente no busca molestias graves), sin hablar de los méritos que procuraremos, se evitarán más de catorce millones de pecados mortales. Y si todos los asociados del Santuario de Pompeya, que son más de cuatro millones, practicaran esta devoción, el número de pecados evitados debería multiplicarse nuevamente por cuatro mil. Así, la ofrenda anual de nuestra Liga Santa a la Pasión de nuestro Señor más querido sería más de dos mil millones de pecados mortales evitados.

A este ritmo, la causa de Jesucristo florecería; ¡y qué felices seríamos, inmensamente felices!

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL ROSARIO DE POMPEYA
PREVENIR PECADOS MORTALES EN EL MUNDO
Esta oración es recitada por la mañana en la Misa inmediatamente después de la elevación, y por la tarde antes de acostarse, por todos los Asociados de la Liga Santa para prevenir los pecados capitales en el mundo, establecidos en el Santuario de Pompeya.

O SS. Virgen del Rosario de Pompeya, Tú que fuiste testigo de la cruel Pasión de tu Hijo, y sentiste en el corazón el dolor amargo que trajo por los pecados de todos los hombres; deh! Por favor, ofrezca la Pasión de Jesucristo, su preciosa Sangre y sus Penas, al Padre Eterno, para que se digne para evitar un solo pecado mortal en todo el mundo durante este día o esta noche. Y danos tu santa bendición. Que así sea.