Devoción a la Pascua: ¡oración de Cuaresma!

Devoción a la Pascua: Señor Dios Todopoderoso, Formador y gobernante de todas las criaturas, oramos por tu gran misericordia, para guiarnos hacia ti, porque no podemos encontrar nuestro camino. Y guíanos a tu voluntad, a la necesidad de nuestra alma, porque no podemos hacerlo solos. Y haz nuestra mente firme en tu voluntad y consciente de la necesidad de nuestra alma.

Fortalécenos contra las tentaciones del diablo y quítanos toda lujuria e injusticia y protégenos de nuestros enemigos, visibles e invisibles. Enséñanos a hacer tu voluntad, para que podamos amarte internamente en primer lugar con una mente pura. Porque eres nuestro creador y nuestro redentor, nuestra ayuda, nuestro consuelo, nuestra confianza, nuestra esperanza; veta e gloria para ti ahora y para siempre.

Oh Cristo, Hijo de Dios, por nosotros ayunaste cuarenta días y te dejaste tentar. Protégenos para que ninguna tentación nos engañe. Dado que el hombre no vive solo de pan, alimenta nuestras almas con el alimento celestial de tu Palabra; por tu misericordia, oh Dios nuestro, eres bendito y vive y domina todas las cosas, ahora y para siempre. Señor Dios, Padre Celestial, tú sabes que estamos en medio de muchos y grandes peligros, que debido a la fragilidad de nuestra naturaleza no siempre podemos estar de pie: concédenos tanta fuerza y ​​protección, para apoyarnos en todo peligro y guía. nosotros a través de todas las tentaciones; por tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor.

En este periodo de Cuaresma, recordamos nuestras dificultades y luchas. A veces, la calle se sentía demasiado oscura. A veces sentimos que nuestras vidas han estado marcadas por tanto dolor y dolor, no vemos cómo nuestras circunstancias pueden cambiar alguna vez. Pero en medio de nuestra debilidad, te pedimos que seas fuerte por nosotros. Señor, levántate dentro de nosotros, deja que tu Espíritu brille desde cada lugar quebrantado por el que hemos pasado. Permite que tu poder se manifieste a través de nuestra debilidad, para que otros reconozcan que estás trabajando en nuestro nombre. Te pedimos que cambies las cenizas de nuestras vidas por la belleza tuya. presencia. Cambia nuestro lamento y nuestro dolor por el aceite de gozo y alegría de tu Espíritu. Espero que hayas disfrutado de esta devoción pascual.