Devoción a la Sagrada Familia, devoción efectiva

DEVOCIÓN A LA SANTA FAMILIA

La devoción a la Sagrada Familia es una voluntad firme, resuelta y efectiva para hacer todo lo que agrada a Jesús, María y José y huir de lo que les desagrada.

Nos lleva a conocer, amar y honrar a la Familia de Nazaret de la mejor manera posible para merecer sus favores, gracias, bendiciones, patrocinio y, por lo tanto, es la devoción más efectiva, dulce y tierna para nosotros.

La devoción más efectiva.

¿Quién en el cielo y en la tierra es más poderoso que la Sagrada Familia? Jesucristo-Dios es omnipotente como el Padre. Él es la fuente de todos los favores, el maestro de toda gracia, el dador de cada regalo perfecto; como Hombre-Dios es el abogado por excelencia, que en todo momento intercede por nosotros ante Dios el Padre.

María y José por el colmo de su salud, por la excelencia de su dignidad, por los méritos que adquirieron en el cumplimiento perfecto de su misión divina, por los lazos que los unen a las SS. Trinidades, disfruta del poder infinito de intercesión en el trono del Altísimo; y Jesús, reconociendo en María su Madre y en José su custodio, ante tales intercesores, nada lo niega.

Jesús, María y José, maestros de las gracias divinas, pueden ayudarnos en cualquier necesidad, y aquellos que rezan para que tengan tacto y toquen con sus manos que la devoción a la Sagrada Familia es una de las más efectivas y eficaces.

La mas dulce devocion

Jesucristo es nuestro hermano, nuestra cabeza, nuestro Salvador y nuestro Dios; Nos amó tanto que murió en la cruz, se entregó a sí mismo en la Eucaristía, nos dejó a su Madre como nuestra Madre, nos destinó como protector a su propio custodio; y nos ama tanto que siempre está listo para darnos toda gracia, para obtener cada favor de su divino Padre, por eso dijo: "Todo lo que le pidas al Padre en mi nombre, todo te será dado".

María es una madre culta: se convirtió en tal cuando le dio al mundo a Jesús, nuestro hermano primogénito y cuando nos engendró entre las penas del Calvario. Ella tiene un Corazón muy similar al Corazón de Jesús y nos ama inmensamente.

Grande es también el amor que San José nos trae a los hermanos de Jesús y a los hijos de María, a los devotos consagrados. ¿Y no es lo más dulce hablar con personas que nos aman y que quieren hacernos bien? Pero, ¿quién puede amarnos y hacernos más bien que Jesús, María y José, que nos aman infinitamente y pueden hacer todo por nosotros?

La mas tierna devocion

Los corazones más antiguos de Jesús, María y José se sienten más tiernos hacia nosotros, más grandes bajo nuestras miserias espirituales y temporales; De la misma manera que una madre se hace cada vez más profunda, más grave es el peligro en que se encuentra su hijo.

La Sagrada Familia no solo puede y quiere ayudarnos, sino que es arrastrada para ayudarnos por su ternura y por las muchas necesidades que nos rodean, porque en cualquier momento ve en nosotros a sus queridos miembros e hijos, y ve en qué estrecho y en que peligros vivimos. ¿No se trata de Jesús, María y José para ayudarnos en nuestras muchas miserias, tal vez no la cosa más tierna y consoladora? ¡Sí, en la devoción a la Sagrada Familia, existe verdaderamente el bálsamo de consuelo y consuelo para nuestros corazones!

ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

(Imprimatur + Angelo Comastri, Arzobispo de Loreto, 15 de agosto de 1997)

Jesús, María y José, mis amores más dulces, yo, tu pequeño hijo, me dedico total y eternamente a ti: a ti, o a Jesús, como mi adorado y único Señor, a ti, o a María, como mi Madre inmaculada y plena. de gracia, para ti, oh José, como padre y guardián de mi alma. Te doy mi voluntad, mi libertad y todo de mí mismo. Todos ustedes se entregaron a mí, yo me entrego todo a ustedes. Ya no quiero ser mío, quiero ser tuyo y solo tuyo.

Quiero que mi vida sea toda tuya, con mi cuerpo y mi alma. A ti consagro todos mis pensamientos, mis deseos, mis afectos y te ofrezco el valor de mis buenos trabajos presentes y futuros.

Acepta la consagración que te hago: ¿estás en mí, disponte de mí y de todas mis cosas, como quieras? Jesús, María y José, dame tu corazón, toma el mío. Únete a mí con la Santísima Trinidad. Ayúdame a amar a la Iglesia y al Papa cada vez más. Te amo, te amo. Que así sea.

CONSAGRACIÓN A LA SANTA FAMILIA

(Aprobado por el papa Alejandro VII, 1675)

Jesús, María, José, que formó la familia más casta, más perfecta y más sagrada de la historia, para ser el modelo de todos los demás, yo (nombre) en presencia de la Santísima Trinidad, el Padre y Hijo y Espíritu Santo y de todos los santos y santos del Paraíso, hoy te elijo a ti y a los santos ángeles para mis protectores, mecenas y abogados y me entrego y consagro por completo a ti, tomando una resolución firme y una resolución firme para no nunca te abandone ni permitas que se diga o haga nada en contra de tu honor, en la medida en que esté en mi poder. Entonces te ruego que me recibas por tu siervo, o siervo perpetuo; ayuda-teme en todas mis acciones y no me abandones a la hora de la muerte. Amén.