Devoción del día: ser juzgado por Dios

Contabilización del mal. Poco tiempo después, deberá presentarse ante el Juez Supremo; ¿Espera verlo en actitud de piedad, de bondad o con mirada de severa justicia? La vida que lleva, ¿le agradarán sus acciones diarias? - Me daré cuenta de todo el mal que no debí haber hecho, y también lo hice .. ¡Qué confusión será la mía! ¡Cuántos pecados en cada época, en cada día! ¡Ni un pensamiento, ni una palabra, se olvidará en el Juicio!

Estado de activos. Después de tantos pecados que molestan tu conciencia, te parece que tienes poco que temer, porque rezas, te acercas a los sacramentos, tienes alguna práctica de piedad, das limosna… Pero ¿qué son estas pocas cosas comparadas con los muchos y graves pecados? Además: ¿con qué imperfecciones, vanidades, intenciones torcidas acompañas el bien con el que cuentas? ¡Ahora date cuenta! Al contrario: cuánto bien podrías haber hecho y no lo hiciste solo por tu negligencia. Tenlo en cuenta ...

Informe de la época. Si hubiera vivido unos años, si me hubiera faltado tiempo, encontraría alguna excusa y excusa ante el Juez. En cambio, un día fue suficiente para convertir: ¡y yo, con años y años de vida, no me convertí! Un año fue suficiente para convertirme en santo, y no me he hecho así en 10, 30, 50 años ... Me tomó un momento resolverme para empezar: ¡y lo descuidé! ... ¿Qué sentencia tendré? - ¿No lo piensas?

PRÁCTICA. - Corta inmediatamente los malos hábitos, recita la Letanía de Nuestra Señora.