Devoción del día: sé humilde con María

Humildad muy profunda de María. El orgullo tan arraigado en la naturaleza mimada del hombre no pudo germinar en el Corazón de María Inmaculada. María elevada sobre todas las criaturas, Reina de los Ángeles, Madre de Dios mismo, comprendió su propia grandeza, confesó que el Todopoderoso había obrado grandes cosas en Ella, pero, reconociendo todo como un don de Dios, y refiriéndole toda la gloria, no se dijo nada más que la sierva del Señor, siempre dispuesta a hacer su voluntad: Fiat.

Nuestro orgullo. ¡Al pie de la Inmaculada Concepción, reconoce tu orgullo! ¿Cómo se estima a sí mismo? ¿Que piensas de ti mismo? ¡Qué arrogancia, qué vanidad, qué orgullo de hablar, de trabajar! ¡Cuánto orgullo en los pensamientos, juicios, desprecio y crítica de los demás! ¡Qué arrogancia en el trato con los superiores, qué dureza con los inferiores! ¿No crees que el orgullo crece a medida que envejeces? ...

El alma humilde, con María. ¡La Virgen era muy grande y pensaba que era tan pequeña! Nosotros, gusanos de la tierra, nosotros, tan débiles para hacer el bien y tan apresurados a cometer pecados: nosotros, cargados de tantos pecados, ¿no nos humillaremos? 1 ° Guardémonos de los asaltos de la vanidad, del amor propio, del deseo de aparecer, de tener el elogio de los demás, de sobresalir. 2 ° Nos encanta vivir humildes, escondidos, desconocidos. 3 ° Nos encantan las humillaciones, las mortificaciones, dondequiera que nos lleguen. Que hoy sea el comienzo de una vida humilde con María,

PRÁCTICA. - Recita nueve Avemarías por humildad.