Devoción del día: el deber de rezar por las almas de los muertos

Deber de la naturaleza. ¿Puedes ver a una persona enferma cargada de llagas, sin sentir lástima? ¿Puedes ver a un pobre, en la calle, morir de hambre sin ayudarlo? Si un preso encadenado se presentara ante ti y te suplicara que le rompieras las cadenas, tú, si pudieras, ¿no es así? Bueno: la fe pinta el alma en el purgatorio gimiendo de dolor, languideciendo con el amor de Dios, clavada en las llamas sin poder ayudarse; y no sentirás lástima por ellos? ¿Ni siquiera dirás un Réquiem?

Deber de religión. Todas son tus hermanas en Jesucristo; la caridad hacia tu prójimo te manda hacer a los demás lo que amas que te hayan hecho. Jesús te pedirá cuentas si has saciado tu sed, alimentado, vestido, visitado en la persona de tu prójimo, de las almas del purgatorio; y que vas a contestar Jesús dice que la misma medida que usas con otros se usará contigo; ¿piensalo? Jesús llora Sitio, tengo sed de esas Almas; ¿Y ni siquiera harás una mortificación por ellos, por amor a Jesús?

Deber de justicia. ¿Quiénes son esas almas? Quizás gente desconocida y para nada relacionada contigo. Míralos con atención: son tus parientes, tus antepasados, tus bienhechores, tus hermanos, tal vez muertos desde hace muchos años, pero que aún gimen en la cárcel; y no conoces el estricto deber de ayudarlos? Tal vez estén atormentados por tu culpa; y no piensas en eso Allí hay almas escandalizadas por ti. Almas a las que prometiste sufragios oa quienes se los debes, ¿y no oyes la voz de la justicia que te reprocha?

PRÁCTICA. - Escuchar la Santa Misa o recitar tres De profundis.