Devoción del día: perdón de enemigos

Perdón de enemigos. Las máximas del mundo y el Evangelio son diametralmente opuestas en este punto. El mundo llama deshonra, cobardía, bajeza de mente, perdón; ¡El orgullo dice que es imposible sentirse ofendido y tolerarlo con indiferencia! Jesús dice: Devuelve bien por mal; a los que te abofetean, pon la otra mejilla: hasta el bondadoso sabe hacer bien a los benefactores, tú lo haces a tus enemigos. ¿Y escuchas a Cristo o al mundo?

El perdón es grandeza de mente. Nadie niega que perdonar todo a todos y siempre, es duro y difícil para el orgullo del corazón; pero cuanto más dura la dificultad, mayor y más meritorio es el sacrificio. Incluso el león y el tigre saben vengarse; la verdadera grandeza de la mente radica en superarse a uno mismo. El perdón no es en modo alguno rebajarse ante un hombre; más bien, es elevarse por encima de él con noble generosidad. ¡La venganza es siempre cobarde! ¿Y nunca lo has hecho?

Mandamiento de Jesús: Aunque parezca difícil perdonar, olvidar, pagar al enemigo con bondad, sin embargo, una mirada a la cuna, a la vida, a la cruz, a las palabras de Jesús, ¿no basta para encontrar el perdón menos difícil? ¿Sigues siendo un seguidor de Jesús que muere perdonando a los mismos crucificadores, si no perdonas? Recuerda tus deudas, Jesús dice: Te perdonaré, si perdonas; si no, ya no tendrás un padre para ella en el cielo; mi Sangre clamará contra ti. Si lo piensa, ¿puede albergar algún odio?

PRÁCTICA. - Perdona a todos por amor a Dios; recita tres poderes para los que te ofendieron.