Devoción del día: respeto por las personas

Ruinas del respeto humano. ¿Dónde no se revela este tirano de corazones? ¿Quién puede decir con franqueza: nunca dejo de lado lo bueno, nunca me adapto al mal, por respeto humano? En sociedad reímos, hablamos, trabajamos como los demás, por miedo a una sonrisa sardónica. Cuántos se convertirían, pero… no se atrevan a enfrentar los rumores del mundo. En la familia, en las prácticas de piedad, en la corrección, ¡qué bien previene el respeto humano! ¿Nunca te rindes ante el ídolo del miedo?

Cobardía del respeto humano. ¿Qué es este mundo que tanto temes? ¿Son todos los hombres del mundo o la mejor parte? En primer lugar, pocos te conocen y te ven; luego, entre estos, los buenos te alaban por hacerlo bien; sólo algunos malos, ignorantes de las cosas de Dios, se reirán de ti; y les temes? Y, sin embargo, no temes que se inquieten por asuntos temporales. Dirán de ti que eres devoto; ¿Pero no es un elogio para ti? ¡Te dirán unas palabras duras…! ¡Qué tacaño eres si entregas tus armas por una palabra!

Condena del respeto humano. Tres jueces lo vuelven a intentar: 1 / su conciencia que se siente descorazonada después de haberse rendido a él; 2 ° vuestra Religión, que es la Fe de los fuertes y valientes, es la Fe de muchos millones de mártires; y tú, soldado de Cristo, ¿no te das cuenta de que, cediendo al respeto humano, abandonas la santa bandera? 3 ° Jesús, tu capitán, que proclamó que se avergonzará de quien se avergüence de mostrarse seguidor suyo. Piensa cuidadosamente.

PRÁCTICA. - Recita el Credo como profesión de tu fe. Discutir cómo ganarse el respeto humano