Devoción del día: recitar los actos de fe, dar limosna

La cuna de Jesús es un pesebre. Entra de nuevo con fe viva, en la choza de Belén: mira dónde María deja a Jesús para descansar. Para el hijo de un rey, se busca una cuna de cedro con incrustaciones y adornada de oro; cualquier madre, aunque pobre, proporciona una cuna digna para su hijo; y para Jesús como si fuera el más pobre de todos, no hay ni una sola cuna. Una cuna, el pesebre del establo, aquí está su cuna, su cama, el lugar de su descanso. ¡Oh Dios mío, qué pobreza!

Misterios del pesebre. Todo en el establo de Belén tiene un significado profundo a los ojos de la Fe. ¿No significa el pesebre la pobreza de Jesús, el desprendimiento de las vanidades de la tierra, el desprecio de todo lo más codiciado, de las riquezas, de los honores, de los placeres del mundo? Jesús, antes de decir: Bienaventurados los pobres de espíritu, dio el ejemplo, eligió la pobreza como compañera; ¡El niño fue colocado en la dura cuna, el adulto murió en la dura madera de la Cruz!

Pobreza de espíritu. ¿Vivimos separados de las cosas de la tierra? ¿No es el interés lo que casi siempre nos impulsa en nuestras acciones? Trabajamos para ganar dinero, para crecer en nuestro estado, por el bien de la ambición. ¿De dónde vienen las quejas, los miedos a perder nuestras posesiones, la envidia de las cosas ajenas? ¿Por qué lamentamos morir?… - Confesemos: estamos apegados a la tierra. Apartaos, Jesús clama desde el pesebre: el mundo no es nada: buscad a Dios, el Cielo ...

PRÁCTICA. - Recitar los actos de fe, etc.; da limosna.